Los habitantes de la comunidad Santa Elena están hartos de las inundaciones, pues desde el 13 de julio la avenida principal está inundada, y cada vez que llueve el agua entra a más de 20 viviendas.
La calle 18 de agosto y calles aledañas se ven afectadas a diario por el nivel del agua que sube hasta 40 centímetros, por lo que los vecinos optaron por cerrarla con tambos, ya que los carros no pueden circular y las olas que provocan los camiones hacen que sus casas se vuelvan a inundar.
Con molestia los afectados señalaron que tienen que pagar diariamente más de 2 mil pesos por el mantenimiento de la bomba de desagüe y un tractor, ya que es necesario retirar el agua, los vecinos tienen que dar 50 pesos diarios.
El nivel del agua comienza a bajar alrededor de las 12 de la tarde, y es en esta hora cuando la gente comienza a salir, para intentar limpiar sus casas, y a la espera de que vuelva a llover.
La gente optó por comprar botas para lluvia, desde los pequeños hasta los adultos mayores las utilizan cuando salen a sus trabajos o a la tienda, y circulan por la avenida llena de baches, con peligro de caerse y hasta lastimarse, pues no hay visibilidad.
Cada vez que llueve, el agua no sólo se estanca en las calles sino que provoca que salga la suciedad de las alcantarillas y los baños, que dañan sus muebles y pertenencias que no hay a dónde moverlas.
Ana Ramírez Maciel es una de las habitantes más afectadas, su patio trasero está inundado completamente, sus muebles mojados acompañados de olores fétidos ocasionaron que uno de sus hijos cayera enfermo.
Cansada de la situación pidió que las autoridades voltearan a ver a las comunidades, pues señaló que sólo se preocupan por lo que pase en la ciudad, y a ellos los dejan de lado sin apoyo ni visitas.
“Estamos desde el 2001 sufriendo con estas cosas, estamos en el agua y ni quién nos venga a ayudar, se me mete hasta la cocina”, dijo.
Comentó que el pasado martes no quería salir de su casa, porque el nivel del agua le llegaba casi hasta la cintura y prefirió quedarse a vigilar a sus hijos, a la espera de que no lloviera otra vez.
“El agua de todas las calles sales y se viene a estancar aquí, el campo de futbol está todo inundado y todos los años es lo mismo, lo mismo”, señaló enojada Ramírez Maciel.
Los vecinos pidieron que las autoridades visitaran la comunidad, para que se dieran cuenta del grado de los daños y les ayudaran a por lo menos, sacar el agua de las calles, pues no quieren vivir más en esa situación.
Temen enfermarse
Los habitantes de la comunidad Santa Elena señalaron que temen contraer enfermedades por el agua de drenaje estancada y los fétidos olores que se perciben desde el 13 de julio, fecha en que comenzó a estancarse el agua.
El mal sistema de drenaje ocasiona que cada que llueve, la suciedad salga por los retretes y alcantarillas, esta situación puede ocasionar que contraigan enfermedades gastrointestinales y virales.
Señalaron que hasta el momento, ninguna autoridad de Salud se ha presentado para ofrecer vacunas o servicios médicos a los niños, que son los más propensos a contraer alguna enfermedad.
Los niños juegan en las calle, descalzos y si protección se meten al agua a nadar, pues no están conscientes de que es agua sucia, y pese a los regaños de sus padres, continúan divirtiéndose sin medir las consecuencias.
Los habitantes señalaron que les gustaría que las autoridades municipales se acercaran a la comunidad para que puedan apoyarlos, pues la situación económica de muchos les impide visitar un doctor.
Viven con inundación en Santa Elena
Desde hace más de 15 días, en la comunidad los habitantes viven con la calle principal anegada debido a las constantes lluvias.