Con la llegada de las lluvias en algunos panteones de la ciudad el agua se ha estancado, lo cual provoca la proliferación de larvas de mosquito.
Contrario a lo que puede observarse en algunos cementerios, directivos aseguraron que ninguno de los ocho municipales, corre el riesgo de que se incube el mosco del dengue durante la temporada de lluvias.
Durante una visita de AM a los panteones San Nicolás y Municipal Norte, es muy notorio cómo en fuentes o en nichos y tumbas con agua acumulada hay larvas de mosquito.
Se localizaron varias zonas que podrían ser incubadoras del virus del dengue como floreros con agua podrida, así como ataúdes viejos y sucios almacenados en un patio ubicado en la parte trasera del lugar.
Daniel Hernández, director de Panteones Municipales, explicó que con ayuda del Municipio se han hecho fumigaciones y limpiezas oportunas para prevenir el dengue; aunque este mal, dijo, puede aparecer hasta en las casas debido a la humedad que genera esta temporada.
“Además de que nos viene a fumigar una empresa privada por parte del Municipio, ponemos abate, que es un polvo que nos dio la Dirección de Salud para las pilas, para fumigar en contra del dengue”, comentó.
En el panteón San Nicolás sólo hay cuatro personas encargadas de la limpieza y mantenimiento de las tumbas y nichos, y son ellos también quienes se encargan de las exhumaciones y de tirar los féretros.
Jesús Villalobos, uno de los empleados, aseguró que el principal factor en el estancamiento de agua es que las personas colocan en tumbas y gavetas flores naturales a manera de ofrenda, las cuales se secan y pudren, lo que provoca contaminación y proliferación de insectos.
El trabajador afirmó que en cuanto las flores comienzan a marchitarse y el agua a ensuciarse, él y sus compañeros se encargan de limpiar y quitar las hojas muertas, pero reconoció que en prácticamente todas las tumbas se necesita profunda limpieza.
Alejandra Murillo, visitante, considera incómodo el mal olor que invade prácticamente todo el panteón así como la gran cantidad de mosquitos que rodea cada tumba.
Contó que incluso, en más de una ocasión, ha portado cubrebocas para visitar las gavetas donde reposan los restos de sus papás.
La joven aseguró que se preocupa por limpiar el sitio donde se encuentran sepultados sus familiares, pero tuvo que optar por llevar su propia agua para enjuagar porque de las llaves del panteón rara vez sale agua.
Además, dijo que en esta época de lluvias más de una vez, ha encontrado la gaveta llena de lodo, con las flores tiradas y muchos mosquitos.
La familia Martínez Vega también ve con molestia la cantidad de mosquitos en el panteón, al que además consideran muy descuidado, pues dijeron que la fuente ya no funciona y el agua estancada luce llena de lama.
El basurero del panteón se encuentra a menos de dos metros de la zona trasera de nichos y gavetas, y es allí donde hay alrededor de 60 féretros oxidados y semiabiertos.
Todos están apilados y algunos aún tienen restos de los cuerpos en descomposición; además, cuando hay muchas exhumaciones en un solo día, los cuerpos quedan expuestos a visitantes, incluyendo los niños.
En este vertedero también se colocan las coronas de flores que se envían durante los velorios, las cuales están ya secas y listas para ser recogidas por el camión de la basura que, según los empleados pasa dos veces a la semana.

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