La explotación de niños tiene que  terminar y las autoridades deben contribuir mediante la aplicación y reforzamiento de leyes en derechos humanos, dijo el Obispo de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia.
Así declaró ante los casos de abusos en contra de menores, en específico el del caso de Tabasco comentado en redes sociales, donde se aprecia cómo un funcionario público humilla a un menor.
El Obispo señaló que en Celaya este es un problema latente que se ve en las calles del Centro y en las periferias, sin parecer importar a la gente los derechos humanos de los niños que, en lugar de estar en la escuela, trabajan obligados por sus mayores.
“Sí hay violencia para los niños, los papás ponen a trabajar a los niños y a veces no son los papás, ya son mafias.
“Hay que ordenar todo esto y hay que hacerlo de buena forma y en ese sentido a estos muchachos que trabajan en los cruceros casi siempre es gente que negocia con ellos, les piden una cantidad de dinero y es de verdad un abuso”, dijo.
Enfatizó el hecho de que mujeres y hombres abusan de la condición de los niños para obtener ganancias ante la falta de oportunidades.
“Pero no se acaba de cualquier manera, se acaba con educación, se acaba con respeto a la persona porque en el fondo se tiene que buscar de manera especial orientarlas y facilitarles una vida mejor”, agregó.
Dijo que hay mucho por hacer en la aplicación correcta y el fortalecimiento de leyes que den garantía de respeto a los menores.

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