Afiches del papa Francisco junto a la presidenta Cristina Fernández y su principal precandidato para las próximas elecciones legislativas que aparecieron pegados por toda la ciudad desataron una fuerte polémica en Argentina y varios líderes opositores denunciaron el jueves el uso electoral del sumo pontífice.
En la imagen se ve al papa Francisco con la presidenta Fernández y Martín Insaurralde, alcalde de un suburbio del sur de Buenos Aires y precandidato a diputado nacional del principal distrito electoral del país por el oficialista Frente para la Victoria, durante un breve encuentro que ambos mantuvieron en Río de Janeiro el domingo pasado en la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud.
Al pie de la fotografía dice: “Nunca se desanimen, no dejen que la esperanza se apague. Papa Francisco”. El afiche fue producido por Equipos de Difusión, una empresa de mercadotecnia política vinculada al gobierno.
“Me sentí ofendido como argentino y católico”, dijo el jueves el diputado opositor Francisco De Narváez, en entrevista con Radio La Red. “Son capaces de cualquier cosa, tanto en el marco de la ley o por fuera de ella”.
De Narváez es uno de los contrincantes de Insaurralde en la provincia de Buenos Aires en las primarias del 11 de agosto, que definirán las candidaturas a senadores y diputados para las elecciones de octubre, en las que está en juego el control del Congreso.
De Narváez, dirigente del peronismo disidente, también criticó el viaje de Fernández a Río de Janeiro junto a Insaurralde para reunirse con el papa, lo que sería una infracción a la ley electoral.
“Cuando la presidenta lleva a Insaurralde para que se salude con el santo padre ofende a todos los argentinos. Tiene que ver que la Iglesia tiene dos mil años de historia y los papas no se involucran en procesos electorales”, consideró De Narváez.
Nadie del gobierno se atribuyó el afiche e incluso Insaurralde trató de alejarse. “No forma parte de la campaña del (oficialista) Frente para la Victoria, bajo ningún concepto”, dijo el precandidato.
“Esta es una campaña medio aburrida y estoy acostumbrado a que mis afiches generen polémica”, se justificó el autor, José Albistur, en entrevista con el sitio de internet La Política Online.
Albistur, un publicista que fue secretario de Medios durante la presidencia de Néstor Kirchner, el difunto esposo de Fernández, agregó: “Me pareció una linda frase del papa y la puse”.
No es la primera vez que el gobierno recurre a una imagen del papa, quien cuenta con una imagen positiva que roza el 80 por ciento en Argentina. Esa misma popularidad es la que llevó al oficialismo a dar un giro de 180 grados en la relación con el cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien antes de convertirse en la máxima autoridad de la Iglesia católica fue blanco de duras críticas y acusaciones lanzadas por destacadas figuras del kirchnerismo.
Otro afiche de Albistur que fue colocado por toda la ciudad también generó polémica a fines de marzo. Era una imagen sin rostros, sólo las manos de la presidenta y del papa tomando un mate, después que la presidenta le regaló en una audiencia en el Vaticano muy poco después de ser elegido sumo pontífice. La acompañaba la frase “compartimos esperanzas”.
La propia presidenta ha incorporado a sus discursos frases religiosas que antes estaban ausentes como “Dios los bendiga”.
Otros dirigentes de la oposición también denunciaron el viaje de la presidenta a Brasil junto a Insaurralde por considerar que infringe la ley sobre campañas electorales, que prohíbe al gobierno la inauguración de obras públicas, el lanzamiento o promoción de planes, proyectos o programas de alcance colectivo y, en general, la realización de todo acto de gobierno que pueda promover la captación del sufragio a favor de cualquiera de los candidatos a cargos públicos electivos nacionales.
Margarita Stolbizer, precandidata a diputada de una coalición centrista, apuntó que la presidenta “puso los recursos públicos” a disposición de Insaurralde y que eso es una situación desigual con el resto de las fuerzas políticas en materia de recursos.
Aunque el gobierno ha quedado más expuesto, otros dirigentes políticos también buscaron sacar provecho a una foto con el papa e incluso darle un particular sentido a sus palabras.
El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, líder de la centroderecha y opositor a Fernández, interpretó que el papa, cuando invitó a los fieles a “hacer lío” en las diócesis, indirectamente también se refería a multitudinarias protestas contra el gobierno que tuvieron lugar a fines de 2012 y principios de este año en todo el país.
Gerónimo Venegas, líder del sindicato de peones rurales y precandidato a diputado por una fuerza disidente del peronismo llamada Fe, tuvo una audiencia privada con el papa en el Vaticano durante cerca de una hora. A su regreso ironizó que su amigo Bergoglio le había dedicado “más tiempo” que a la presidenta.

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