Este año crecieron 5 veces los robos con violencia en la ciudad.
Entre enero y junio del año pasado fueron denunciados 108 robos con violencia, que equivale a un asalto cada dos días.
Y en el primer semestre de este año, el número de denuncias por asalto se elevó a 521, el equivalente a 3 atracos al día, revelan estadísticas oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública y de la Procuraduría de Justicia de Guanajuato.
El mayor incremento se dio en los asaltos a viviendas, que aumentaron 448%.
El año pasado sólo fueron denunciados 31 casos en el primer semestre, y en igual periodo de 2013 sumaron 170 asaltos a casas.
Cada vez con más frecuencia, los ladrones tocan a la puerta de los hogares… con una pistola en la mano.
En la colonia San Isidro se denunciaron en menos de una semana dos asaltos armados a viviendas, por una brigada de combate al mosco del dengue, que resultó ser falsa.

Simulan hampones combatir el dengue

Silvia Millán

Una falsa brigada de combate al mosco del dengue recorre la ciudad… para asaltar.
El más reciente atraco ocurrió el pasado miércoles en la calle Paseo de los Canarios, en la colonia San Isidro.
Aproximadamente a las 3 de la tarde, un hombre y una mujer que usaban bata blanca tocaron a la puerta de una casa, con el pretexto de que debían revisar el aljibe para evitar la presencia del mosco transmisor del dengue.
Cuando ya se retiraban, el asaltante sacó una pistola y sometió a la dueña de la casa; la amordazó y la encerró en una habitación. Luego llegaron cinco cómplices para saquear la vivienda.
Un vecino relató que la camioneta en la que llegaron los ladrones ya había estado estacionada varias veces sobre la calle Océano Pacífico, como vigilando a su futura víctima.
“Estaban bien vestidos (los sospechosos) y volteaban constantemente hacia la casa que fue afectada. Los estaban checando”.
En la misma colonia ocurrió otro robo similar la semana pasada en la calle Paseo de los Faisanes.
De acuerdo con testigos, era la una de la tarde cuando los falsos brigadistas tocaron a la puerta de una de las casas con el pretexto de ofrecer servicios de prevención del dengue.
Una vez que les abrieron la puerta, sometieron, golpearon y amarraron a un matrimonio y a una mujer de 70 años que residen en la casa.
El dueño de la casa no opuso resistencia, pues estaba convaleciente de una enfermedad, en una silla de ruedas.
Al estar dentro del domicilio, los ladrones subieron el volumen del estéreo para evitar que los vecinos escucharan gritos de auxilio.
El robo fue rápido; los vecinos se dieron cuenta del incidente hasta que vieron llegar patrullas a la casa.
Al día siguiente del asalto, la familia abandonó la casa: huyeron asustados.
En otro caso, ocurrido el 22 de mayo, los ladrones entraron tras una brigadista de combate al dengue, para entrar a robar en una casa de la colonia Loma Bonita.
La brigadista y una pareja dueña de la casa saqueada, fueron maniatados por tres asaltantes.
Los delincuentes se llevaron del domicilio una computadora portátil, así como alhajas y un auto, que utilizaron para huir.

Encañonan a una niña para doblar a sus papás

Emilio Castillo Conde

La madrugada del 6 de enero del presente año, una familia de comerciantes fue asaltada en su domicilio al regresar del tianguis, después de la venta de juguetes.
Al llegar a su domicilio una pareja se acercó para preguntar si aún tenían juguetes, ya que era tarde y no habían podido ir a la placita.
Los vendedores, confiados, los invitaron a pasar para que vieran lo que les había quedado. Cuando iban entrando llegó una camioneta de la cual descendieron 3 personas más.
Dentro del domicilio se encontraban los hijos de los comerciantes, dos niños y una niña.
A punta de pistola y con palabras altisonantes obligaron a que les entregaran el dinero. Los comerciantes sólo dieron lo que habían vendido esa noche, pero no conformes apuntaron a la niña diciendo: “a ver hijos de la chingada, sabemos que tienen más dinero, así que lo entregan o le disparamos”.
La familia, atemorizada, dijo dónde tenían más dinero. Fue así como lograron salvar a la niña.
Los ladrones huyeron, pero amenazaron con regresar si se hacía alguna denuncia o si se intentaba identificarlos.

Maniatan a mamá y a sus 2 niñas

Emilio Castillo Conde

Cuando el reloj marcó las 8:45 de la mañana una mujer regresó a su casa después de hacer ejercicio. Al poco tiempo de haber ingresado a su casa, sonó el timbre.
Salió para atender el llamado de una pareja, quienes estacionaron una camioneta afuera del domicilio y simularon que se les había calentado; con el pretexto de pedir agua para ponerle al radiador, ingresaron a la casa.
La señora muy amable aceptó y entró a buscar una cubeta. Atrás de ella se metió la pareja junto con otro joven que apareció de repente; los tres cerraron la puerta y mostraron su verdadero rostro: eran asaltantes.
Los delincuentes amarraron a la dueña de la casa y a sus dos niñas de 5 y 9 años; les encintaron la boca y comenzaron a tomar los aparatos electrónicos, entre pantallas, reproductores de DVD y el estéreo.
En la cochera la dueña tenía su camioneta, la cual fue utilizada para subir los aparatos robados.
Durante 20 minutos, los delincuentes hicieron lo que quisieron dentro de la casa. Poco antes de huir, uno de los asaltantes le ordenó a la señora que durante una hora no hicieran nada, que no trataran de desatarse y si lo hacían las estarían vigilando.
Cuando pasó más de la hora indicada, la señora luchó para poder desatarse hasta que lo consiguió y se quitó la cinta de la boca; después procedió a hacer lo mismo con sus niñas.
Asustada, salió de su domicilio a pedir ayuda a los vecinos. Llamó de inmediato a su esposo que se encontraba en el trabajo y éste llamó a la Policía.
El robo ocurrió el pasado 26 de junio en la colonia San Sabastián a las 9 de la mañana.
“Fue todo muy planeado, al parecer nos tenían muy vigilados y sabían todos nuestros movimientos. Más que lo material, nos robaron la tranquilidad”, expresó el afectado.
Dijo que la cantidad robada entre los aparatos y el vehículo asciende a 150 mil pesos. Levantó la denuncia no para que se diera con los delincuentes, sino para dejar el registro de la camioneta, por si llegan a hacer mal uso.
El daño fue más allá de lo material, ya que las víctimas viven con temor de estar en su hogar, por lo que han decidido buscar otro domicilio donde puedan vivir más tranquilos.
“No es posible que no estemos seguros ni en nuestra propia casa”.

Amarran a dueña de casa para robar

Emilio Castillo Conde

A finales de enero de este año, entre la una y 2 de la tarde, un joven entró a una tienda de la colonia Jardines de la Pradera a comprar un agua embotellada. La dueña se dirigió a atenderlo, cuando de repente el muchacho sacó una pistola.
Después de amenazar a la mujer, dos cómplices entraron al negocio, uno apuntando con un cuchillo y otro colocado en la puerta, vigilando que no llegara la Policía. Un cuarto cómplice se quedó en la esquina a bordo de un vehículo.
A la señora la sentaron en una silla, la amarraron y le taparon la boca con cinta para evitar que gritara. Los ladrones le dijeron que si cooperaba no le iba a pasar nada.
La tienda está comunicada con un domicilio, por lo que los ladrones se dirigieron a los cuartos a revisar todo: vaciaron cajones, movieron muebles y dieron con los ahorros que tenía la familia para alguna emergencia.
El esposo de la víctima relató que por lo regular la zona se queda muy sola después del mediodía, lo que facilita los atracos.
El monto del robo ascendió a 30 mil pesos entre dinero y aparatos electrónicos.
A la víctima la dejaron amarrada y se fueron como si nada, tranquilamente y sin que nadie los viera; se subieron al vehículo que los esperaba y arrancaron.
Cuando los ladrones se fueron, la víctima logró desatarse, se quitó la cinta de la boca y llamó a su esposo.
El matrimonio decidió no poner denuncia ni llamar a las autoridades por miedo.

Atan 16 horas a viejita

Silvia Millán

Una señora de 75 años permaneció maniatada casi 16 horas en su casa ubicada en la calle Independencia, en la Zona Centro.
La mujer es viuda desde hace cuatro años.
El pasado 8 de junio alrededor de las 6 de la tarde, los ladrones entraron por la puerta principal de la casa, sin forzar la chapa.
Una vez en el interior, amarraron a la señora. A pesar de que los ladrones tuvieron tiempo para saquear la casa sólo se llevaron una pantalla y un par de llantas.
La mujer permaneció atada hasta el día siguiente, a las 11 de la mañana, cuando llegó a la casa un sobrino.
Al ver a su tía, el sobrino creyó que estaba muerta y salió a pedir ayuda.
Sin embargo, a pesar del incidente, la mujer estaba lúcida y confirmó a las autoridades que los ladrones que la sometieron habían sido dos hombres de alrededor de 50 años.
La mujer fue llevada a un hospital para realizarle un chequeo médico.
Ya nunca regresó a su casa, la cual ahora está en venta.

Asesinan a empresario

Columba López

Eran las 12 del día del pasado 26 de junio cuando las empleadas domésticas de una casa ubicada en la colonia San Jerónimo fueron sorprendidas y amarradas por tres asaltantes.
Un empleado estaba lavando un auto con la cochera abierta, lo cual fue aprovechado por dos ladrones para entrar a la casa.
Antes de que las amarraran, las empleadas llamaron al teléfono del dueño de la casa, de oficio curtidor, quien al poco rato regresó para encarar a los ladrones.
El empresario trató de evitar el atraco, y fue cuando se escucharon dos disparos; uno de los tiros le dio en el pecho, y le atravesó el cuerpo hasta salir por uno de los costados.
Los ladrones huyeron a pie del domicilio, después de robar solamente una computadora y un teléfono celular, pero fue imposible alcanzarlos, ya que cuadras adelante asaltaron a un conductor para despojarlo de su automóvil.
La víctima, identificada como José Luis Castro, contaba con 58 años de edad y falleció horas después del atraco, en un hospital.
Una vecina dijo que ella vio cuando los asaltantes entraban al hogar del empresario, y trató de alertar a las autoridades, marcando al número 066, pero las líneas siempre se mantuvieron ocupadas.

Roban tranquilidad

Silvia Millán

Hace dos meses en la calle Paseo del Cenzontle de San Isidro, una familia vivió momentos de pánico, ante el ingreso de un grupo de ladrones a su casa.
A pesar de contar con un sistema de malla electrificada, los ladrones ingresaron al domicilio. 
La dueña de la casa, quien pidió el anonimato, dijo que eran las 4 de la madrugada cuando escuchó ruidos. “Tengo el sueño ligero”, dijo.
El ruido que la despertó fue el portón eléctrico que se abría.
Se asomó a la terraza y vio que en el jardín merodeaban dos individuos, y uno más en la esquina de la calle; sobre la malla eléctrica notó que había una toalla.
Desde el balcón la señora pedía auxilio a los vecinos.
Asustada, decidió ocultarse con su familia. Su única preocupación era ponerse a salvo. Tomó su celular y se refugió en el baño con su esposo e hijos, mientras los ladrones seguían en la planta baja.
Le rogó a su esposo que no bajara a confrontar a los ladrones, ya que podrían estar armados.
Desde el baño comenzaron a llamar a los servicios de emergencia para reportar el robo.
“Fue desesperante”, recuerda la mujer. “Me hacían preguntas: ‘¿de qué color están vestidos?’, cuando en lo único que pensaba era en no morir”. 
Ante la desesperación, la señora llamó a su mamá para despedirse y explicarle lo que estaba pasando.
Finalmente, los ladrones huyeron por la cochera utilizando el control eléctrico de los autos.
La Policía llegó 15 minutos después de que los ladrones se habían ido.
Más que dinero en efectivo, los ladrones les robaron la tranquilidad.
Sus hijos han tenido que tomar terapia para superar el trauma que les causó ese episodio.

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