Dueños de la gloria

Tan relajado como si no tuviera a quién bloquear, Jonathan Ogden se convirtió en el primer Cuervo de Baltimore en ser enaltecido al Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional.
Ogden fue el primer inducido como parte de una generación de siete miembros, al igual que fue el primer recluta de los Cuervos luego que la franquicia se mudó de Cleveland en 1996 y cambió de nombre.
El hombre que realizó esa selección, ahora su compañero de Salón de la Fama, Ozzie Newsome, y gerente general de los Cuervos, presentó al enorme tackle ofensivo.
Después, Bill Parcells se convirtió en el primer entrenador en siete años en acceder al recinto, con varios de sus discípulos entre el público en Ohio.
El único entrenador en llevar cuatro franquicias a postemporada,  ganó Super Bowls con los Gigantes de Nueva York en las temporadas de 1986 y 1990.
Además, Warren Sapp se convirtió en el segundo Bucanero de Tampa Bay en ingresar al Salón, 18 años después que Lee Roy Selmon fuese enaltecido.
Sapp fue elegido en su primer año de elegibilidad tras 13 temporadas que pasó de ser titular instantáneo tras ser tomado en el lugar 12 global en el draft de 1995, a Jugador Defensivo del Año en 1999.
Larry Allen, el siguiente inducido y quien dio su discurso con un nudo en la garganta, fue un bloqueador igualmente dominante que Ogden. También fue, dijo, el hombre más fuerte de la NFL, levantando una vez 700 libras en el banco y acotando que lo “hice naturalmente”.
Por otra parte, Dave Robinson es el último miembro del campeonato de los Empacadores de Green Bay con Vince Lombardi en ingresar al Salón de la Fama.
Se mostró tan emocionado como Curley Culp, uno de los tacles defensivos más dominantes durante la mayoría de sus 14 temporadas profesionales, incluyendo la de 1969 cuando ayudó a Kansas City a ganar el título.
Con un discurso poderoso y lleno de emociones, Cris Carter se convirtió en el séptimo y último inducido de la generación 2013 al Salón de la Fama.