Enfermedades crónico degenerativas no sólo pueden acabar con la vida de las personas con sobrepeso y obesidad, también el volumen de sus cuerpos puede convertirse en una trampa para ellas mismas.
La masa corporal de las personas contribuye a que puedan quedar atrapadas en las plantas altas o bajas de las casas que habitan, en los vehículos compactos que conducen e incluso que por su excesiva dimensión, sean diseñados ataúdes especiales para ellas.
Karina Anaya Moreno, jefa de la Jurisdicción Sanitaria V, informó que en 2012, la dependencia estatal a través de los 16 centros de Salud, aplicó 22 mil 076 estudios para detectar sobrepeso u obesidad en personas mayores de 20 años de edad.
De esa cantidad, seis mil 444 presentaron obesidad es decir el 29.2% y en cuanto el porcentaje en relación a personas con sobrepeso fue del 30%.
De manera global en el estudio realizado en esa población salmantina, se determinó que 30 de cada 100 personas padecen sobrepeso u obesidad.
En la Cruz Roja de Salamanca según la estimación de varios paramédicos consultados por este medio, nueve de cada 10 servicios que prestan a la ciudadanía son de pacientes enfermos por diabetes e hipertensión, el resto de los casos por otras enfermedades u accidentes de distintos tipos.
En ocasiones el peso de los pacientes dificulta a los paramédicos atenderlos rápidamente porque regularmente asisten en pareja a bordo de una ambulancia y trasladar al enfermo de la cama a la camilla, subirlo en el vehículo, llevarlo al hospital y repetir la maniobra requiere de mayor ayuda en cuanto fuerza.
“Inclusive el equipo está diseñado para soportar pesos pero en ocasiones no, lo sobrepasa. Pedimos ayuda, nos apoyamos en familiares, vecinos, policías nos hacen el favor en servicios cuando están en dos o tres pisos”, explicó el paramédico Osvaldo Zúñiga Rodríguez.
En los accidentes la situación aún es más riesgosa no sólo para los socorristas si no para los lesionados, la mayor parte de los percances atendidos por Cruz Roja, la gente queda atrapada en los vehículos y el tiempo valioso para rescatar o salvar una vida se prolonga para sacar a las personas.
“Si queda gente atrapada, la mayoría de hecho, la mayor parte tiene carros compactos y se dificulta la maniobra de rescate pero se realiza. Sí dada la tardanza en atender, en maniobrar o sacar del vehículo si dificulta y si afecta el grado de mortalidad”, comentó el paramédico, Fernando Fonseca Ornelas.
Los equipos con los cuentan las ambulancias de la institución, soportan peso de hasta 120 kilogramos, pero hay casos de pacientes que rebasan esa cifra.
Porcentaje similar al estudio aplicado en niños por parte de la Jurisdicción Sanitaria, estudiantes de 5 a 12 años sometidos a la medición de peso y talla.
Ese estudio realizado en 2009, demostró que de los cuatro mil 693 niños que participaron, el 34% presentó sobrepeso y obesidad.
Además el 1.7% en alteración en la glucosa y 797 niños corrieron el riesgo de presentar diabetes.
En cuanto la alteración en el perfil de lípidos, el 2.8% de los niños presentó esta complicación.
“Esto que ocasiona si los niños tienen sobrepeso de 5 a 10 años seguramente se proyecta que a los 20 años tenga diabetes e hipertensión y si la esperanza de vida o calidad de vida es a los 60 a 70 años en nuestro estado, seguramente se puede reducir o bien llegan a esa edad pero con calidad de vida limitada, problemas de la vista, del riñón, es ahorita problema de salud importante que tenemos que atender”, dijo la jefa de la Jurisdicción.
La diabetes e hipertensión son una de las 10 principales causas de muerte en el País.
Hasta hace 5 años, Ebodio Escoto González, fabricaba de manera mensual de dos a tres ataúdes especiales.
Féretros hechos para gente obesa con lámina más gruesa de 25 milímetros que superan al material normal de 22.
Un ataúd normal resiste 120 kilogramos y en el caso de que el peso de la persona los rebase, se considera especial porque también cambia el tamaño.
Ebodio, trabajador de la empresa Ataúdes y Servicios del Bajío, ubicada en la comunidad colonia IV de Altamira, fabrica 300 cajas por semana, cerca de mil 200 por mes. De esa cantidad 10 a 15 son especiales que miden de 69 hasta 80 centímetros de ancho por dos metros de largo, en ocasiones hasta 2.10 metros.
“Hace como ocho meses no me había pasado esa situación que me hablaron unos clientes de Celaya y me pidieron para una persona que pesaba más de 200 kilos, a ese muchacho le tuvimos que hacer una caja especial porque media 1.20 metros de hombro a hombro así que tuvimos que hacer una especial”.
Normalmente un ataúd mide de ancho 56 centímetros, lleva lámina de 22 milímetros y se distribuye en todo el País, los ataúdes especiales, es decir, los más grandes,  son más solicitados en Guanajuato, concretamente Celaya y Salamanca.

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