El doctor Santiago Hernández Ornelas ha colocado a Guanajuato y a León en un puesto muy alto a nivel internacional por sus investigaciones médicas.
No sólo es médico, especialista en Endocrinología, también fue Rector de la Universidad de Guanajuato y en ese periodo perdió la visión del ojo izquierdo a causa de glaucoma; “la Rectoría me costó un ojo de la cara”, dice en tono de broma.
Santiago Hernández Ornelas, a quien amigos y familiares le dicen de cariño “Chago”, revela que tuvo nueve hermanos, lo que explica que sea un hombre con gran cantidad de amigos.
Casado con Graciela Ramos del Río, el amor de su vida, tuvo 10 hijos, y cuenta con una sonrisa que a causa de esto sus amigos bromeaban con que frente a su casa había un letrero que decía: “Precaución señor automovilista, pase despacio para no atropellar a algún niño, pero acelere pues hay riesgo de quedar embarazado”.
Creador de la fórmula proteínica que trae grandes beneficios a la salud, es un hombre sencillo, íntegro y con gran carisma, amante de la vida, de la música clásica y un gran filántropo.
Fue amigo personal de José Alfredo Jiménez, y como aficionado a la fiesta brava no cambia su barrera de sol en cada corrida de toros; también son de admirar su sabia conversación, con interminables anécdotas, y su sonrisa que le nace del alma.
Santiago Hernández Ornelas se educó en el legendario colegio de la señorita Camarena y en el Grosso de la Ciudad de México.
Estudió Medicina en la Escuela Médico Militar y en la Escuela de Medicina de León.
Se especializó en el hoy Instituto Nacional de Nutrición y fue becario de la Fundación Rockefeller para un doctorado en la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans.
¿De dónde es originario?
R Nací en León el primero de mayo de 1928. Ya cumplí 85 años de vida. Ya un poco cansado, sobre todo afectado de mi columna.
¿Quién es la compañera de su vida?
R Es Graciela Ramos del Río, de quien me enamoré desde que vi sus ojos adormilados. Ha sido el amor de mi vida. Con ella he procreado 10 hijos y ahora tengo ya 23 bisnietos”.
¿Cuáles han sido sus grandes pasiones?
R: Los médicos somos bígamos: primero nos casamos con la Medicina y luego nos casamos con una mujer hermosa que nos dé buenos hijos. La Medicina y mi familia han sido mi pasión.
Si no hubiera sido médico, ¿qué le hubiera gustado ser?
R Arquitecto. Me gusta mucho la Arquitectura. Ahora que fui presidente del Instituto Estatal Electoral (IEE) en el 2006, descubrí que me hubiera gustado ser político; ahí traté a muchos políticos y me enteré de sus ideales. Llegué a la conclusión que si algo me faltaba en la vida era ser político. Ser senador de la República y embajador de México en España.
¿Qué opina de los políticos?
R La política es muy importante porque es el arte de todos y el bien común debe ser el principal objetivo de los políticos. La política es una actividad que debe ser dignificada porque la han degradado.
¿Se ha avanzado en democracia en México?
R Sí se ha avanzado. Haciendo las cosas con honradez e integridad se puede hacer mucho. Una de mis más grandes satisfacciones es que cuando fui presidente del Consejo Electoral en Guanajuato, tuvimos casi mil impugnaciones de los partidos. ¿Sabes cuántas nos ganaron?… ¡ni una sola!.
Los abogados me reclamaban que yo no era abogado y que no interpretaba la ley. Yo les contestaba que afortunadamente no era abogado, que no negociaba con la ley, que sólo la aplicaba y la hacía respetar.
¿Qué huella le dejó su vida académica?
R Mi vida académica fue larga. Desde secundaria, en preparatoria… me tocó el cambio de lo que era el Colegio del Estado a Universidad de Guanajuato. En México hice internado, residencia, y especialidad en Nutrición. Luego en Estados Unidos el doctorado de Tulane, en Nueva Orleans.
En la Escuela de Medicina en León estuve de tiempo completo en los años 60.
Como investigador ¿cuál es su legado?
R He escrito 80 artículos en revistas médicas, sobre todo sobre tiroides y diabetes. Una de esas investigaciones fue sobre un hipoglucemiante nuevo, que le dicen los médicos multicéntrico. Un medicamento nuevo que se publicó en Alemania y presentado en un congreso internacional de diabetes.
Su opinión sobre los detractores de la fiesta brava…
R Hay mucha ignorancia. Yo fui aficionado práctico, no afeminado práctico. Los detractores no entienden que la tauromaquia es la actividad humana que más arte ha generado, encima de la medicina. En literatura, pintura, escultura, etc. Es todo un ritual. Respeto mucho al que se viste de luces. En una corrida la inteligencia vence la fuerza. El que está frente a un toro se juega la vida”.
¿Ha tenido temores en la vida?
R Siempre he tenido mucha confianza en Dios. No tengo miedo ni de morirme. Sí me preocupo por mis pacientes, pues siento una gran responsabilidad por ellos. De la salud y bienestar de mi familia. Sólo tengo temor de quedarme ciego.
Siendo de los primeros médicos occidentales en viajar a China, ¿qué huella le dejó?
R Estuve en los años 70 y a pesar de tener más de mil millones de chinos, comenzaron a limitar la natalidad, pero eran autosuficientes. Un poco atrasados en tecnología, pero en clínica terapéutica y la medicina tradicional, como la acupuntura, muy avanzados.
De la situación en México ¿qué opina?
R Soy muy optimista. Tengo base para ello. Los políticos tienen más de 80 años tratando de acabarse el País y no se lo acaban. Seguimos adelante. Se habla de la gran crisis, pero en realidad nuestra gente sigue trabajando.
¿Es México un país empobrecido?
R Más bien es un País de contrastes. La reserva monetaria está mejor que nunca. Hay estabilidad económica. Lo que pasa es que hay mala distribución de la riqueza.
México es un país de contrastes: somos campeones en obesidad, pero también hay sectores con grave desnutrición. Tenemos al hombre más rico del mundo, Carlos Slim, pero también 30 millones en pobreza alimentaria, en la miseria.
¿Qué representa para usted el mar?
R Como dijo el yucateco “mare, ¡tanta agua!”. Es una gran fuente de riqueza, de belleza. Me inspira mucha paz, pues aunque esté embravecido es algo asombroso. Cambia constantemente.
¿Cuál es su música preferida?
R De toda. La música moderna no me dice nada.
¿Qué opina de José Alfredo Jiménez?
R Cuando era Rector de la Universidad de Guanajuato le iba a dar un doctorado de Honoris Causa, pero se me adelantó, murió antes. Ha sido muy criticado, le han argumentado que sólo compuso música cantinera.
Pero cualquier hombre que ha vivido entiende bien sus canciones, que son una respuesta humana, una filosofía de la vida… “me cansé de rogarle…” Fue mi amigo personal cuando estaba en la especialidad de Nutrición, cuando apenas iniciaba”.
¿Cuál ha sido para usted el mejor Presidente de México?
R Todos han dejado un legado, hasta Salinas de Gortari que robó tanto, pero no se lo pudo acabar, hizo cosas muy buenas. Miguel Alemán hizo grandes obras y detonó el desarrollo del País con infraestructura.
¿El sexenio de Vicente Fox fue bueno?
R Tuvo cosas buenas. En su Administración no robaron tanto, lo que permitió que las reservas aumentaran. Se aminoró la deuda pública. Dio estabilidad económica, pero le faltaron huevos para atacar y meter a la cárcel a los grandes depredadores. Prometió acabar con las alimañas y no lo hizo. Sólo dos o tres peces chicos. No pudo atacar la corrupción, o tal vez no quiso o le dio miedo.
¿Quién ha sido el mejor Gobernador en Guanajuato?
R Sin duda alguna Juan José Torres Landa ha sido el mejor. El peor creo que fue Enrique Velasco Ibarra o Manuel M. Moreno.
¿En Guanajuato ha sido mejor el PRI o el PAN?
R Al PRI se le criticó de autoritario, de falto de democracia, pero en las administraciones priístas se logró la electrificación del estado, con lo que aumentó la productividad. Un estado comunidad, y el PAN le dio continuidad a todo.
¿Contento con sus logros en la vida?
P Agradezco a Dios y a la vida todo lo que tengo. Dios ha sido muy bondadoso con mi persona. Saludos a todos mis familiares, pacientes y amigos por tantos años de amistad y de cariño.
Pido a Dios que las autoridades se apliquen a los graves problemas de salud que tenemos: obesidad y sobrepeso, diabetes. Que actúen inteligentemente y no con programas de vacilada como retirar saleros de las mesas.