Tras su reaparición en un acto público del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Chiapas, Pablo Salazar reveló que obtuvo su libertad absolutoria porque así lo negoció con el ex gobernador Juan Sabines.
“Me dijo que iba retirar los cargos con la condición de que yo no lo metiera a la cárcel, de que no lo demandara, eso fue lo que pidió y eso lo concedí”, expresó en entrevista con Reforma.
El ex Mandatario dijo que aceptó el acuerdo porque había al menos 60 personas más que estaban en la misma causa.
Sin embargo, recuerda haberle advertido a Sabines que se cuidara de todos a quienes agravió durante su mandato.
“También le dije, por mí no te preocupes, preocúpate por otros”.
Ahora, expuso, en las calles la gente sale a pedir cárcel para Sabines y son ellos los que tienen identificado quien es el enemigo público de Chiapas en este momento.
“¿Dice que no será usted quien lleve a Sabines a la cárcel, pero lo ve tras las rejas?”, se le preguntó.
“No se lo deseo. A nadie se lo deseo. Si va Sabines o no a la cárcel es un tema de la justicia y es un tema en el que los agraviados necesitan tener la capacidad de acreditar con elementos que ese hombre merece estar en la cárcel”, respondió.
“Pero estando en prisión usted advirtió que se verían en el terreno del “No Poder”, ¿Qué quiso decir con eso?”, se le insistió.
Salazar reiteró que no fue ese un mensaje de venganza.
“En la carta que le escribí le di la bienvenida al club de ex gobernadores, yo soy ex Gobernador y él ahora lo es. Los ex son los más sin poder en la política mexicana, lo que le digo a mi sucesor es que estamos en igualdad de circunstancias, yo puedo venir a Chiapas y recibir el calor de la gente, no sé sí Sabines podrá hacer lo mismo. Aquí estamos en el terreno del no poder. La historia ha puesto a cada uno en su lugar”, aclaró.
Sabines, agregó Salazar, se ganó muchos enemigos que están en su derecho de proceder contra él aportando las pruebas suficientes.
El ex Mandatario rompió el silencio que guardó desde que obtuvo su libertad absolutoria en noviembre del año pasado, tras pasar 17 meses en prisión, y concedió una entrevista a Reforma.
Sereno y sin rencores, aseguró que no tomará venganza contra su verdugo porque no piensa desgastar su fuerza y tiempo en litigios.
“Si lo sigo odiando voy a seguir siendo su preso y yo soy un hombre libre”, declaró parafraseando a Nelson Mandela.
Salazar consideró que su libertad fue un acuerdo con el también ex Gobernador.
En primera instancia, sostuvo, ganó procesos en su contra ante la justicia, como la acusación de peculado y la muerte de bebés en el municipio de Comitán. Quedaban procesos locales que finalmente el Gobierno de Chiapas le retiró.
A Pablo Salazar se le ha atribuido haber impulsado a Juan Sabines para que lo sucediera, pero ahora revela que no fue él quien lo impuso sino Andrés Manuel López Obrador. Salazar, dice, apoyaba la aspiración de quien fue su secretario de Gobierno, Rubén Velázquez.
En su último año de Gobierno, 2006, recordó, recibió la visita de Leonel Cota Montaño, entonces dirigente nacional del PRD, quien le dijo que el candidato perredista al Gobierno de Chiapas en ese entonces sería quien perdiera las internas del PRI, y fue Sabines.
“Andrés Manuel ha decidido que su campaña se va nutrir con los desprendimientos del PRI, de tal surte si en Chiapas (Antonio) Aguilar Bodegas no es el candidato del PRI, ya hablamos con él y va ser nuestro candidato; y si Sabines no es el candidato del PRI, ya hablamos con él y va ser nuestro candidato. Ese hijo cárguenselo mas a López Obrador, que a mí”, fue ese el mensaje que le dio Cota Montaño, evocó.

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