Hieronimus Timu llegó de Indonesia a México hace 13 años y desde entonces dice haber liberado del demonio a más de 10 mil personas.
“Los viernes recibo a los pacientes. Llegan alrededor de 15”, comentó el sacerdote de la parroquia de Santa Bárbara, de la diócesis de Tula.
Indicó que él hace exorcismos menores, que consisten en realizar oraciones de liberación de influencia demoniaca, aunque también ha sido testigo de casos de posesión del diablo.          
“He visto los casos de 70 personas poseídas. Hay personas poseídas por diferentes demonios, Belcebú, Lucifer, Satanás, Luzbel”,  aseguró Timu, quien vino desde Hidalgo a la Ciudad de México para participar en el Décimo Congreso de Exorcistas que concluirá el próximo viernes.
El sacerdote Carlos Triana, asesor de la Renovación Carimática Católica en la Arquidiócesis de México, ofició la misa que dio apertura al congreso, en el que participan alrededor de 100 personas, la mayoría  laicos.
Triana, quien ha escrito más de 10 libros sobre exorcismo, aseguró que ha realizado dos exorcismos por posesión demoniaca.
“Uno fue en una cuaresma del 2002, en Nayarit, donde una niña de 15 años estaba muy mal, era muy obesa y tenía una gran obsesión por suicidarse. Estaba muy poseída por el Maligno y fue tan duro ese exorcismo que durante el rito, con los ojos cerrados, orando por ella, me vomitó toda la boca, todo su vomitó cayó en mi boca.
“Tenía una fuerza bruta, cuatro hombres no podían con ella, casi volaba”, contó Triana.
Explicó que las personas pueden sufrir influencia demoniaca, que es cuando ven, sienten o huelen al Diablo, o  posesión cuando el Maligno se mete en sus cuerpos.
El sacerdote Triana dijo que las personas le abren la puerta al diablo cuando van con brujos, espiritistas, chamanes.
“El congreso es muy importante porque el tema del diablo, de las perturbaciones malignas y el tema de cómo liberarnos, es un tema muy poco tratado, muy callado, parece que hubiera complot del silencio contra esto y ese complot es también de la jerarquía católica que no se habla de esto, en los seminarios no se forma a los sacerdotes explícitamente para esta pastoral”, aseguró.
Por lo que, precisó, el congreso es una oportunidad de formar a los sacerdotes en el tema del exorcismo.
El presbítero Miguel Contreras, de la Arquidiócesis de Acapulco, realiza oraciones de liberación para liberar a las personas que son víctimas de influencia demoniaca por lo menos en 10 ocasiones al mes.
“La mayor parte de las personas oyen cosas, ven cosas sobre todo en la madrugada”, dijo.
Contreras está en el proceso de convertirse exorcista, razón que lo motivó a participar en el congreso.
Hacer un exorcismo mayor para liberar a los poseídos por el demonio no es tarea fácil, el Padre Antonio Estrada Figueroa, de la parroquia Santiago Apóstol, en Chilpancingo, Guerrero, la primera vez que hizo un exorcismo no logró concluirlo.
“Empecé un exorcismo y no lo acabé, me dio miedo. No sabía cómo hacer una oración, pensé que sería una curación de un enfermo cualquiera. Con agua bendita y padres nuestros se calmó. El hombre después volvió a tener signos de posesión”, narró.

Encaran al demonio
Desde hace una década, el sacerdote Pedro Mendoza Pantoja no sólo oficia misas en su rutina diaria, también se enfrenta con Satanás hasta 10 veces al mes.
Mendoza es el líder de los exorcistas de la Arquidiócesis de México y asegura que por consultar adivinos, invocar a los muertos, acudir con curanderos y brujos, la gente le abre las puertas al mal.
Otro exorcista, el padre Fidel Pérez Rodríguez, calcula que encara al diablo hasta cinco veces al día desde hace tres años.
Esta semana, la Arquidiócesis de México realiza un congreso de sacerdotes autorizados para enfrentar al demonio con rezos, un crucifijo con la imagen de San Benito, óleo, agua bendita y una estola morada.
“Cada día aumenta la cantidad de personas que hunden su vida en las practicas del ocultismo (…) y después son víctimas de terribles sufrimientos. Mucha de ellas viven fenómenos que no tienen una explicación natural, padecen enfermedades cuyo origen no alcanzan a detectar los médicos, se les aparecen personas que ya han muerto o conocen por anticipado lo que va a suceder”, aseguró   Pérez Rodríguez, quien es exorcista de la tercera vicaria de la Arquidiócesis de México y miembro de la Asociación Internacional de Exorcistas.
Para el padre Mendoza, quienes acuden con los curanderos y los brujos son los que están expuestos a influencias malignas.
“El diablo es como un perro rabioso que está amarrado. Si tú no te metes en su terreno no pasa nada, pero si tú te metes en su terreno te arriesgas a que te muerda”, indicó.
Explicó que cuando una persona está bajo la influencia del diablo es consciente y responsable de sus actos, en cambio, cuando está poseída ya no es consciente ni responsable porque es el diablo el que está actuando en su cuerpo.
El también párroco de la Iglesia la Asunción de María indicó que existen tres campos de acción del demonio: la tentación, la influencia y la posesión.
Lo más común, puntualizó, es la tentación y la influencia demoniaca, en tanto que la posesión es rarísima. En sus 10 años de exorcista jamás ha realizado un exorcismo por este tipo.
“Algunos (exorcistas) hablan de posesión diabólica, pero dudo que hayan hecho un buen diagnóstico. Una de las cosas que hemos descubierto es que a los sacerdotes nos falta mucha preparación.  Hay que tener la certeza de si se trata de una simple enfermedad, una influencia demoniaca o puede haber influencia sin que llegue a ser posesión o si realmente hay una posesión, además de una influencia demoniaca”, explicó.
Desde hace 10 años, Mendoza organiza los congresos de exorcistas de la Arquidiócesis de México para su actualización. El congreso de este año se celebrará del 6 al 9 de agosto.
Aseguró que muchos sacerdotes que no están bien formados son escépticos y consideran que las personas tienen problemas psicológicos y los mandan con el psicólogo y otros son tan crédulos que en donde quiera están viendo la acción del diablo.

El perfil del exorcista
De acuerdo con los padres consultados, los sacerdotes que ejercen este ministerio tienen que ser nombrado por los obispos.
“El sacerdote debe tener además de los estudios eclesiásticos un estudio de desarrollo humano y ver los traumas en los que puede influir el demonio”, afirmó Mendoza Pantoja.
Para el padre Pérez Rodríguez, los exorcistas deben ser piadosos, sabios, prudentes e íntegros de vida.
Los exorcistas indicaron que en todas las diócesis deberían tener un exorcista por vicaria, pero esto no sucede; en la de México, por ejemplo, la primera y la quinta carecen de exorcista. En total hay siete.

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