La volcadura de un camión con 64 peregrinos que regresaban a Juventino Rosas, dejó a nueve fallecidos y al resto heridos; 20 de ellos fueron hospitalizados.
Volvían a casa luego de que visitaran la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, y de hacer una parada para ver a familiares que peregrinaban a pie hacia el mismo santuario.
Cuatro de los lesionados hasta ayer estaban graves en los hospitales de Zumpango, Lomas Verdes, y en el Centro Médico Adolfo López Mateos, en el Estado de México. Los otros fueron trasladados de vuelta a Guanajuato.
“Hasta ahorita (la tarde de ayer) se están manejando 56 heridos y ocho difuntos, hay lesionados graves que fueron trasladados a Lomas Verdes y López Mateos, son cuatro las personas que nos están reportando como graves”, señaló Iram Álvarez de la Rosa, director de Protección Civil de Celaya, quien apoyó en el traslado de los heridos a Guanajuato.
Horas después se confirmó otro deceso en un hospital.
El accidente fue reportado a las 7:15 de la tarde del lunes a la altura del kilómetro 55+500 de la carretera que lleva de la ciudad de Villa del Carbón hacia el municipio de Chapa de Mota, en el Estado de México, cerca de donde se encuentra el paradero “Las Cascadas”.
El camión es un Mercedez Benz de la empresa Ttur y con razón social Transportes Turísticos del Bajío, ubicada en Celaya, Guanajuato.
Según la Dirección de Protección Civil de Chapa de Mota, el camión iba con sobrecupo, ya que viajaban 64 pasajeros en el vehículo con capacidad menor a 50.
“Los tripulantes ya regresaban a Guanajuato, aquí es muy común que pasen los camiones que van al Tepeyac aunque sea un camino más largo, el accidente lo reportaron todavía en la tarde y a nosotros nos pidieron apoyo de Villa del Carbón para atender a los lesionados, si fueron bastantes los que viajaban en el vehículo”, dijo un elemento de Protección Civil
El accidente sucedió 10 minutos después de que los afectados salieron de Villa del Carbón, cuando en una de las curvas de la carretera el chofer invadió el carril contrario por donde pasaba otro auto.
El operador trató de regresar al camino pero se salió y cayó a un barranco, derribó la valla de contención, varios árboles y cayó 25 metros para quedar volcado en el bosque. Algunos de los pasajeros salieron proyectados por las ventanillas.
Elementos de Protección Civil, Bomberos y Cruz Roja de los municipios de Villa del Carbón, Chapa de Mota, Atlacomulco y Jilotepec, acudieron en auxilio de las víctimas, y encontraron los ocho cuerpos.
Los heridos fueron llevados a los hospitales de Villa del Carbón, Jilotepec y Nicolás Romero, pero en el transcurso de ayer, algunos fueron dados de alta por presentar golpes leves y otros trasladados a Celaya.
Aunque no se estableció la identidad de las víctimas, se informó que todos eran de la ciudad de Juventino Rosas, algunos de la cabecera municipal y otros de la comunidad El Murciélago.
Debido a las maniobras de las grúas para sacar el camión de pasajeros, el tramo de la carretera fue cerrado de las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México ya inició con las investigaciones correspondientes para establecer las causas del accidente del camión y la responsabilidad del conductor, quien al parecer fue uno de los fallecidos aunque esta información no fue confirmada de manera oficial por las autoridades.

Carretera peligrosa

La carretera Villa del Carbón- Chapa de Mota donde se accidentaron los peregrinos de Juventino Rosas tiene una extensión de más de 20 kilómetros de bosque y curvas.
Es de dos carriles y no tiene alumbrado aunque en un sentido hay postes con cables de luz; está flanqueado por árboles de 20 a 30 metros de altura.
Los habitantes de Villa del Carbón, a unos 10 kilómetros de donde se registró el accidente, comentaron que los choques son muy frecuentes.
“En esta carretera es muy común que los carros se caigan al barranco o se impacten de frente. Está muy oscuro en las noches. Incluso en varios tramos la barra de contención tiene daños o en las curvas ya no hay algo que impida que los autos choquen con los árboles”, dijo uno de los pobladores.
En las pendientes, subidas y curvas se podían observar marcas de llantas por el frenado repentino de los conductores, zanjas en las orillas de los carriles y la falta de visibilidad en ambos sentidos.

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