Sapal dio otro ultimátum a los curtidores que aún realizan procesos húmedos en la zona urbana para reubicarse en parques industriales y dejar de contaminar. Anunció, además, la inminente clausura del drenaje de 24 establecimientos.
“Es la última oportunidad. No hay marcha atrás. Queremos un León sustentable, una industria limpia, una población sana. Sapal no está en contra de los curtidores, está con ellos, con la ciudad. Buscamos ayudarles a buscar una solución por el bien de todos”, dijo el presidente del Consejo de Sapal, Pedro González García.
En conferencia de prensa manifestó que hay por lo menos 300 curtidores localizados en la zona urbana, “pero no todos ellos tienen procesos húmedos”.
Se estima que son 140 los que aún los realizan.
“Estamos tomando acciones más contundentes porque es algo que no podemos postergar; tienen muchos años la ciudadanía y las autoridades esperando que se cumplan estos reglamentos de no descargar sulfuros y cromos en los drenajes”, añadió González.
En la conferencia estuvo presente también el director de Sapal, José Enrique Torres López, quien informó que hay 24 curtidurías a las cuales se les clausurará el drenaje en los próximos días, por no cumplir con las normas ambientales, ni con los compromisos firmados con Sapal.
De acuerdo a las normas ambientales, las aguas residuales no deben de contener más de un miligramo de sulfuros y cromos por cada litro de agua, pero embargo las curtidurías que están en la mancha urbana descargan en los drenajes de 200 a 300 miligramos por litro, una mezcla altamente contaminante.
Pedro González aseguró que más del 80% del curtido en León ya se realiza en parques industriales, cerca de la planta de desbaste, donde se puede tratar y sanear el agua.
“Estamos trabajando por llevar a nuestras plantas un poco menos del 20% de los curtidos que se hacen en la mancha urbana; queremos que León sea una ciudad verde”.
Manifestó además que no se deja de invertir en la planta de tratamiento, cuya instalación se inició en 1992 y se terminó su construcción en 2000.
“En un futuro toda el agua que se consuma en la industria curtidora será agua de segundo reúso, a la que se le quitan residuos peligrosos, como sulfuros y cromo”
Pedro González manifestó que por ello se construyó una planta de desbate donde se procesarán 120 litros por segundo durante 24 horas.
Sapal invierte 74.5 millones de pesos en la ampliación de esta planta, que lleva un avance de 40% y operará en 2014.
Finalmente, exhorto a los curtidores que realizan todavía procesos húmedos en la zona urbana a que se reubiquen en la zona industrial.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *