La alerta global desatada por una amenaza indeterminada procedente de al Qaeda puso en evidencia cómo la organización terrorista, más descentralizada que nunca, sigue constituyendo el principal peligro para la seguridad internacional.
La intervención de llamadas de Estados Unidos constató cómo la estructura principal de la red depende cada vez más de los líderes de sus filiales diseminadas por África, Asia y Oriente Medio, y confirmó la capacidad de esas agrupaciones para mantener en jaque a Occidente. En esa conversación, Al Zawahiri y Washishi hablan de llevar a cabo “algo grande” para el final del Ramadán.
Ese riesgo llevó ayer a EU a ordenar el desalojo de los miembros de su Embajada en Saná, la capital yemení, y a instar al resto de los estadounidenses residentes en el País a abandonarlo o a extremar las precauciones.
Una medida que se sumaba a la extensión del cierre de la mayoría de las misiones diplomáticas norteamericanas en los países árabes y a la alerta de viaje emitida la semana pasada.
La decisión no ha sentado bien al Gobierno yemení, que aseguró que sólo sirve a los intereses de los extremistas.
Merman drones matriz
La muerte de Osama bin Laden y el cerco a los feudos tradicionales de al Qaeda en Afganistán y Paquistán, gracias a los ataques con drones, han mermado a la matriz de la organización, pero en estos últimos dos años la red ha ido extendiendo sus tentáculos principalmente en el Magreb y en la península Arábiga.
Esa debilidad de la cúpula reduce la probabilidad de un atentado en territorio estadounidense, pero la dispersión de sus células dificulta la posibilidad de detectar nuevos complots terroristas, incrementando el riesgo de ataques a sus intereses en el resto del mundo.
“Es lo que ha ocurrido en esta ocasión. A la amenaza concreta de Yemen se han unido las potenciales agresiones por parte de sus franquicias en otras partes de la región”, explica en conversación telefónica Christopher Swift, profesor adjunto de Estudios de Seguridad Nacional en la Universidad de Georgetown.
“Estas fechas además son bastante simbólicas, fin del Ramadán, aniversarios de los atentados en Bombay o Yakarta, 15 años del ataque contra las embajadas de EU en Kenia y Tanzania, lo que explica el nivel de alarma”, señala Ken Gude, experto en Seguridad Nacional del Center for American Progress.
Piden dejar Yemen ‘inmediatamente’
Estados Unidos ordenó el desalojo de los miembros de su Embajada en Yemen, e instó a los ciudadanos estadounidenses que residen en el país a que lo abandonen o extremen las precauciones, si deciden quedarse, como alarma ante la amenaza, que cada vez se percibe como más inminente, de un atentado en ese territorio.
El Gobierno de Gran Bretaña, que desde 2011 ha advertido a sus compatriotas del peligro de viajar a Yemen, también ha ordenado la salida del país de los trabajadores de su misión diplomática en Saná, la capital yemení.
Estas medidas de precaución se suman a la decisión del Departamento de Estado de extender la orden de cierre de la mayoría de sus embajadas en los países árabes hasta el 10 de agosto.
El Gobierno de EU ha emitido una alerta de seguridad global tras la interceptación de mensajes electrónicos entre el líder de al Qaeda, Ayman al-Zawahiri y el fundador de su filial en la península Arábiga, Nasi al-Wuhayshi, a quien los servicios de inteligencia estadounidenses ya sitúan como el número dos de la organización.
“El Departamento de Estado advierte a los ciudadanos estadounidenses del incremento del nivel de la amenaza terrorista en Yemen”, se alerta en el comunicado emitido ayer.
En las comunicaciones captadas, Al-Wuhayshi habla de su intención de hacer “algo grande” coincidiendo con el fin del Ramadán, que concluye en estos días.
La filial de al Qaeda en la península Arábiga es una de las más peligrosas y está especializada en ataques con explosivos.
Los mensajes interceptados, sin embargo, no han permitido determinar qué tipo de atentado o cuál sea el objetivo.
Esta semana, el Gobierno yemení hizo pública una lista de 25 militantes de al Qaeda que podrían estar preparando un atentado terrorista inminente, entre ellos se encuentra Ibrahim al-Asiri.
Causa charla entre líderescierre de 22 embajadas
La decisión de Estados Unidos de cerrar más de una veintena de sus embajadas en los países árabes, y la adopción de otras importantes medidas de precaución fue provocada por el intercambio de varios mensajes electrónicos entre los máximos dirigentes de al Qaeda en los que comentaban su intención de llevar a cabo “algo grande” con motivo del fin del Ramadán, confirmó la Administración.
Aunque el Gobierno insistió en la magnitud y credibilidad de la amenaza, aún no se ha concretado qué tipo de atentado, qué objetivo o en qué país pueda materializarse esa amenaza.
Reino Unido ha retirado de forma temporal a todo el personal de su embajada, según ha informado el departamento de Exteriores.
Los protagonistas de la conversación interceptada eran el líder de al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, y el responsable de su filial en la península Arábiga, Nasir al-Wahishi, cuya influencia en el seno de la organización no ha hecho sino crecer y a quien se considera como el nuevo número dos de la red terrorista.
La identidad y la importancia de ambos interlocutores convenció al Gobierno de EU de la necesidad de extremar las alertas. Los analistas creen que se trataría de un atentado con explosivos.
El Departamento de Estado decidió extender hasta el 10 de agosto la orden de clausura de 19 de las 21 misiones -la de Israel tampoco abrió, como es habitual- en Oriente Próximo, el norte de África y el sur de Asia, que ya permanecieron cerradas el pasado domingo, “no como consecuencia de una nueva alerta terrorista sino como un ejercicio de cautela”, señalaba su comunicado.
“Nuestro interés es mantener nuestras misiones abiertas, pero iremos determinando qué embajadas quedan abiertas y cuáles no en función de nuestra información de inteligencia”, dijo un portavoz.
La inusual alarma pone de manifiesto la dificultad de combatir a al Qaeda.