De regreso ya en Guanajuato, sobrevivientes del accidente del autobús de familiares con peregrinos narraron los momentos en que cayeron al barranco, coincidieron en que la tragedia pudo ser mayor pero los árboles los sostuvieron para que no siguieran descendiendo.
Víctor Peralta de 25 años acudió a visitar a su novia Catalina, comió con ella en Villa del Carbón, se despidió con un “te quiero mucho” y en uno media hora el camión ya estaba cayendo.
“Fue algo muy rápido porque el autobús en el que íbamos encontró a otro en una curva muy cerrada no hubo tiempo de nada, se orilló mucho y nos fuimos hasta abajo. Estaba lloviendo y caía granizo, la carretera está muy difícil y el encuentro de los dos carros grandes y el agua y todo se juntó, yo creo que iban un poco a exceso de velocidad”.
“En ese momento yo me estaba despertando porque alcancé a mirar al otro camión, se enfrenó el autobús en el que íbamos pero no hubo nada que hacer: empezó a rodar el camión rápido, se fue hasta abajo, no fue mucho unos 25 metros pero estaba muy inclinado y lo único que nos salvó es que hay muchos árboles si no quien sabe a dónde hubiéramos ido a parar”.
“Yo quedé bien, estoy golpeado pero no me pasó nada grave yo salí por mi propio pie. Muchas personas se salieron por las ventanas, por el parabrisas, fue algo bueno que salieran porque no siguieron golpeándose pero malo para otros con porque cayeron donde el camión iba y los pisó. Yo traté de agarrarme de algo pero no pude, gracias a dios no me pasó nada grave”.
Cuando el camión se detuvo contra un árbol, Víctor vio la magnitud de la tragedia.
“Escuché mucha gente gritando, llorando, gente tirada que no se movía, y como no me sentía mal no me desmayé, lo que hice fue salirme ver que el camión no se estuviera incendiando”.
“Cuando vi que todo estaba bien traté de ayudar a la gente que podía. Había gente en el camino que quería salir, otros estaban atorados, algunos estaban que no podían caminar estaban golpeados o inconscientes, a una amiga se quebró sus costillas y ya no pudo moverse, la quité del camino donde el camión podía seguir rodando, ahí la dejé y fui a buscar gente y lo bueno fue que llegó mucha gente porque estaban pasando muchos camiones fue lo que nos ayudó”.
De no haberse atorado con los árboles dijo hubieran caído otros 3 metros.
“Si todavía había más camino para abajo, el árbol más cercano estaba como a 3 metros, era peligroso que la gente que estuviera ahí ayudando como yo que me metí tenía miedo que el camión siguiera rodando, gracias a Dios no se rodó y ya llegó la ayuda, tardaron algo porque de ese camino las ciudades están alejadas yo creo que tardaron unos 40 minutos, lo que ayudó es que estaban pasando autobuses y trocas con gente que fueron a ver a los peregrinos y a sacar a la gente que podían”.
Pasaron dos horas hasta que Víctor ya estaba en una ambulancia con su amiga Nancy, y tardaron otra hora más en encontrar espacio en un hospital.
“Desde que me salí como 2 horas hasta que me fui en la ambulancia con mi amiga que le ayudé a salir, el hospital no tenía lo necesario no nos podían atender y nos estaban atendiendo muy lejos, nosotros tardamos una hora en poder llegar al hospital que atendieran a mi amiga, ella se llama Nancy y creo que tiene 4 costillas rotas, se le complica un poco para respirar pero está bien”.
Su novia se comunicó a su casa donde le confirmaron que él sólo tiene golpes por lo que sigue su camino a la Basílica a donde espera llegar este jueves.
“Uno se pone a reflexionar muchas cosas, esto sirve para que cambie tu vida pensar en cómo debes vivir y cómo debe ser tu vida. Estamos tristes porque vi amigos, están muy mal algunos se murieron sus papás otros están graves, y es algo muy fuerte, son vecinos de mi calle, se murió una vecina y su hermana, las dos señoras una se llamaba Juana y otra Concha, desde chiquitos habíamos ahí convivido, buenas personas pero solamente Dios sabe porqué pasan las cosas”.
Iban 5 familiares
Ma. Asención da gracias a la Virgen de Guadalupe y no reniega del momento en que el autobús en que iban ella y 4 familiares cuando cayó a un barranco.
La señora Asención había viajado al Estado de México a Villa del Carbón para convivir con sus hijas Margarita y Marcela, su nuera Mónica y su sobrina Mariana, quienes el 29 de julio salieron a pie a la Basílica de Guadalupe.
“Es una prueba que nos puso la santísima virgen pero nosotros en ningún momento renegamos, le damos gracias a Dios de que estén bien, en ningún momento renegamos y le seguimos dando las gracias una de mis hijas de hecho se regresó para cumplir hasta allá”, comentó la noche del martes afuera de un hospital de Celaya, con un parche en la cabeza, habían pasado ya 24 horas del accidente.
En el autobús iban su sobrina Ana Karina de 12 años, su nieta Jaqueline de 8 años ambas sólo con rasguños, su hermano Francisco Lerma, y su esposo Luis Guerrero.
“Fue una cosa muy fea, que íbamos ya de darles de comer cuando sentí que se descontroló el camión, se ladeó y en la primera vuelta salí disparada, se tronaron los vidrios y es una cosa horrible, ví cómo se fue dando vueltas y vueltas y vueltas hasta que se atrancó en unos árboles y se oyó cuando se atrancó se oyó horrible quedó de lado y pensé que todos se habían acabado ahí porque se fue dando muchas vueltas”.
“Yo pensé que todos se habían acabado ahí, como pude me bajé gateando y hasta donde estaba el camión y les gritaba porque iba mi hermano y más familia, les gritaba y nadie me contestaba y hasta después me regresé otra vez para arriba, en ningún momento perdí el conocimiento, ya luego me regresé y vi que todos iban saliendo del camión”.
“Mi esposo es el que salió más golpeado, mis niñas siento que va a requerir atención porque están muy traumadas, les afectó mucho ver lo que pasó”.
Su hija Margarita Guerrero Lerma interrumpió su peregrinar, pero al ver que sus familiares están con vida se reincorporó, espera llegar este jueves ante la virgen.
“Le tenemos mucha fe, ella tiene 8 años yendo sin fallas, y en los últimos 5 es celadora de la peregrinación”.
Reconoce les será imposible olvidar la tragedia: “Lo siento mucho, va a ser bien difícil para todos superarlo, para mi que no perdí un familiar, conti más para ellos, pero tenemos que seguir adelante”.