Habitantes de la comunidad del Jilote, cercana a Cortazar, fueron advertidos acerca de la calidad del agua que consumen, ya que fueron detectados niveles de concentración de arsénico y aún la usan para el ganado.
Carlos Yépez, habitante de ésta zona, comentó la forma en que se les advirtió a los habitantes que la calidad el agua puede ser muy nociva para el consumo humano.
“Hace poco vinieron unas personas y parece que eran de la Comisión Nacional del Agua. Estuvieron haciendo varias cosas y después de unos días comentaron al delegado y a varios que ahí estábamos que era peligroso beber agua de nuestro pozo porque tenía arsénico”, comentó don Carlos Yépez.
Esta advertencia no pareció intimidar a los pobladores, pero don Carlos agregó varias características del agua y su calidad, según su propia apreciación.
“Sabe mal, y si te bañas con esa agua, los cabellos se te ponen tiesos, muy tiesos, pero es por lo mismo de que está mala. Antes sí la tomábamos, pero ahora ya no y se la damos a los animales, pero nos dijeron los que la analizaron que a la larga a los animales también les hará daño”, dijo don Carlos Yépez.
Este asunto ha generado constantes peticiones de parte de los colonos para que puedan obtener agua dulce de un cerro cercano que comparte la comunidad del Jilote y que se encuentra a menos de un kilómetro de distancia.
“Ahí en el cerro hay agua, y de buena calidad, pero como siempre se están peleando por ella, y a los que les toca defendernos en eso sólo ve por sus propios intereses, pues nunca se va a poder traer agua buena. Pero háganle saber al Gobierno que queremos agua buena porque estamos mal, muy mal”, finalizó don Carlos Yépez.
El arsénico es uno de los más tóxicos elementos minerales que hay en la naturaleza, y puede estar presente en agua o tierras de cultivo. Para determinar su presencia se analizan las cantidades presentes a través de una escala permisible para el ser humano.

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