Javier Cipriano Catalina es originario del Estado de Veracruz, tiene 18 años de edad y se dedica a vender fruta de forma ambulante; cada año viene a La Piedad junto con otros tres compañeros.
No tiene un horario establecido para la entrada y salida del trabajo; no siempre termina de vender toda la fruta, sobre todo las cerezas casi nadie la compra por que es costosa: el kilo cuesta 120 pesos.
Al contrario de las uvas moradas que son las más vendidas en la ciudad, otra de las frutas exóticas son los rambutanes, de origen asiático, y en México se logra en Chiapas.
Todos los días busca un punto de venta diferente en la ciudad, en el centro histórico no puede vender por mandato de reglamentos, así que trata de buscar lugares donde haya mayor afluencia de personas como el jardín de la Purísima y a las afueras del Mercado Municipal.

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