La incidencia en los actos de violencia en la ciudad de San Francisco del Rincón provoca la muerte de una persona inocente, ajena a los conflictos entre bandos.
Agustín Lago Ramírez fue víctima de una situación en la que no tenía nada que ver, se situó en el lugar y en el momento equivocado y recibió el impacto de una bala que no estaba destinada a él y que sin embargo le provocó la muerte.
Hoy su familia sigue sin asimilar la situación, sin entender cómo la inseguridad les arrebató un ser querido, una pareja, un padre, todo lo que el señor Agustín representaba para ellos. Sus hijos Jesús y José de 16 y 15 años respectivamente se duelen por la falta de su papá.
“Yo sinceramente no entiendo todavía lo que está pasando, me siento desesperada y me tengo que aguantar, por mis hijos y por mis padres que también han resentido esto, pues vivimos juntos, no puedo asimilar esto, de verdad que no”, dice con lágrimas la señora Antonia, viuda de Agustín.
Nada consuela a esta mujer, quien habló de su esposo con franqueza y mencionó que en sus 16 años de casados no todo fue dulzura, pero sí dedicación para consolidar su familia y esfuerzo para estar en paz.
Un hombre que trabajaba como montador y ensuelador, que había tomado la decisión de dejar atrás la bebida y que participaba en reuniones AA, de donde regresaba el día en que una bala perdida entró a su cuerpo cuando faltaban pocas cuadras para llegar a su casa. Seis días después falleció a consecuencia de las lesiones que sufrió con el disparo.
“Era tranquilo, la gente que me ha dado el pésame me preguntan cómo le fue a pasar eso a él que era buena persona, que no se metía con nadie, saludaba, a veces convivía con los vecinos, pero en general trataba de estar en paz con todo mundo”, dijo Antonia.
El jueves de la semana pasado falleció Agustín y el día siguiente se realizó el sepelio, ahora además de tener la tristeza por la falta de su ser querido, la señora Antonia y sus hijos enfrentan los compromisos que han adquirido con los servicios funerarios del señor Agustín, además de que la responsabilidad de los menores de edad ha crecido de la noche a la mañana pues ahora corresponde a ellos la manutención de su madre y sus abuelos.
La señora Antonia dice que desde hace dos años no trabaja pues ella cuida a sus padres, ya que ambos están enfermos, y en vida su esposo y sus hijos se encargaban de los gastos que hay en la casa, sin embargo esa situación ahora cambia a falta del padre de familia y la responsabilidad recae en los hijos de Agustín.
Aunque aún no se establece quien o quienes pudieron originar la muerte de Agustín, las autoridades esperan lo más pronto dar con los responsables para esclarecer el crimen a varios días de que ocurrió la balacera.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *