l nombre de Helen Keller remite a la historia de una mujer que a pesar de su sordoceguera logró superar los obstáculos que la llevaron a ser un ejemplo de superación.
En su honor, el centro Helen Keller en León atiende a más de 70 niños con discapacidades, quienes se preparan para enfrentar a una sociedad que aún no está preparada para recibirlos.
La mayoría lucha y demuestra que día a día se vuelven más fuertes.
Teresa Vallejo, directora del Centro ubicado en la colonia Bugambilias, resaltó el papel que realizan los especialistas para ayudar a estos niños en su crecimiento.
“Los maestros somos especialistas en las licenciaturas de audición y lenguaje, problemas de aprendizaje, discapacidad intelectual y algunos con maestría, atendemos la discapacidad auditiva y la comunicación”, dijo la directora.
Uno de los retos o barreras es la de la familia, ya que ésta determina el modo en que enfrentarán a la sociedad y darles (o negarles) herramientas para la vida.
“Algunos padres les ponen barreras (a sus hijos) para que lleguen a la inclusión, por la no aceptación de la discapacidad, eso es difícil enfrentarse a la familia, porque si de por sí para una persona es difícil aceptarlo, las industrias, las empresas no apoyan y ese camino es mucho más complicado”, comentó.
La atención de la escuela se centra en la enseñanza del lenguaje de señas, ejercicios, inclusión, atención psicológica, no sólo de los niños sino de sus padres.
En León existen siete centros dedicados a la atención de este grupo, a los niños con discapacidad severa, múltiple y trastorno del desarrollo generalizado.
“Atendemos desde educación inicial, preescolar, primaria, estamos trabajando porque se nos permita atender a niños de secundaria, como parte del nivel básico que incluye los tres grados, pero no ha sido tomado en cuenta, esperemos para el siguiente ciclo los niños puedan seguir con su secundaria”.
Helen Keller nace como una Asociación Civil que se funda en base a las necesidades de los padres, sobre todo de niños sordos y que se incorpora a la Secretaría de Educación a partir de 1975.
La diferencia, según Tere Vallejo, de un niño atendido a uno que se queda en casa es el modo en que integra a la sociedad.
“Es mucha la diferencia, porque el solo hecho de que el niño conviva con sus iguales ya es una ventaja para ellos, saben convivir; aquí lo malo es que los papás piensan que son niños enfermos pero sólo tienen una discapacidad, pueden trabajar, hacerlo de la forma más normal, que sean niños lo más normal para integrarse a la vida familiar social y el día de mañana laboral”, concluyó.

EL DATO
Para cualquier información en relación al centro y su operación, el horario de atención es de 8 de la mañana a 1 de la tarde. Informes al teléfono 771-6896.

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