A casi dos meses de que el señor Julián Murguía reportó la desaparición de los restos de su hija, caso que expuso a las autoridades desde el 2 de noviembre de 2012, sigue en espera de una respuesta y de la aplicación de la ley en este caso.
El miércoles 19 de junio se publicó la nota en la que se hacía mención de que los restos de Virginia Murguía Salmerón habían desaparecido de su tumba, y sus padres reclamaban a las autoridades correspondientes conocer en dónde habían sido depositados.
De acuerdo a la declaración del señor Julián, el viernes 21 de junio se le otorgó una cita con el Ministerio Público en Purísima para saber los adelantos en el caso y concertar un encuentro con quien durante la Administración pasada fuera el encargado de panteones, el señor Marcelino Muñoz.
De tal manera que el martes siguiente la cita fue en el Panteón Municipal, en donde se encontraban representantes del Ministerio Público, un criminólogo y el titular de Servicio Públicos durante la Administración anterior, así como el presunto responsable del movimiento de los restos de Virginia, el encargado de panteones.
La idea de este encuentro era precisamente mostrar al señor Julián en dónde habían sido depositados los restos de su hija, una vez que se sacaron de su tumba original para que ésta fuera ocupada por el cuerpo de otra persona.
Entonces, dijo don Julián: “Comenzaron a abrir una gaveta chica de las que no están reconocidas, como una fosa común pues, de donde sacaron como cuatro bolsas llenas de huesos y hasta el fondo estaban dos con menos huesitos, que dijo el panteonero eran los de mi niña”.
Les cierran el paso
Dice el señor Julián que cuando le cuestionó sobre por qué en dos bolsas y más que nada el por qué de las acciones que tomaron, inmediatamente fue callado por las autoridades, quienes tampoco autorizaron la entrada al panteón de sus familiares a quienes llevaba como testigos de los hechos.
“A mí me importa saber qué pasa con mi niña y si en realidad es ella, así es que no dije nada”, aclaró el padre de Virginia.
Después de esto, una vez que se encontraba en su casa, personal del Ministerio Público acudió para pedirle fotografías de la menor, ya que se argumentó que debido al tiempo transcurrido las pruebas de ADN resultarían obsoletas, entonces se solicitó el apoyo de un paleontólogo para realizar una reconstrucción de los restos de Virginia y de esta manera confirmar si se trata de la niña o no.
Por lo que el padre de la menor supone que las fotografías son para comprobar que los resultados que ofrezca el paleontólogo concuerden con las fotografías.
El jefe de Zona del Ministerio Público, Fructuoso Santana indicó que ciertamente la investigación está en curso y que se está al pendiente del dictamen que elabora el paleontólogo.
“La labor es difícil, hace ya 30 años del fallecimiento de la niña y estamos agotando los recursos para reconocer los restos que se entregaron y darles una respuesta a los padres”. Agregó el Jefe de zona del Ministerio Público.
Por otra parte, se le cuestionó la situación legal que tuvieran que enfrentar los responsables de esta exhumación, ya que la acción es calificada como delito.
En este sentido dijo que el objetivo a solucionar por el momento es la ubicación y el reconocimiento de los restos y luego de esto se analizará la responsabilidad de los involucrados.
Por lo pronto los padres de Virginia siguen en la espera tanto de encontrar los restos que en realidad sean de su hija, como del hecho que se aplique la ley sobre quienes sean responsables.