La Diócesis de León cuenta cada vez con menos pastores, pues hay 248 sacerdotes diocesanos y 21 de congregaciones religiosas para atender las necesidades espirituales de más de dos millones de fieles en 1 mil 23 templos y parroquias.
Se estima que hay cuatro templos para cada sacerdote. Hay algunos que cierran sus puertas por semanas o hasta meses por la falta de pastores.
“Hay capillas y templos que no pueden ser atendidos por falta de sacerdotes”, reconoció el Arzobispo Alfonso Cortés Contreras.
En comunidades como Las Joyas, donde habitan más de 70 mil personas, sólo se cuenta con dos sacerdotes.
“Hay muchas comunidades muy grandes. Las comunidades son muy numerosas”, señaló el Arzobispo.
Añadió que un alto porcentaje de los sacerdotes de León son ancianos o están enfermos.
En la Arquidiócesis se informó que se estima que 80% de los sacerdotes se encuentran ya en la vejez.
Por ello el próximo domingo 25 de agosto la Diócesis llevará a cabo una colecta anual a favor de los sacerdotes enfermos y ancianitos.
“Pero primeramente Dios vamos hacer un buen trabajo pastoral”, se animó el Arzobispo, quien ayer ordenó a los tres primeros sacerdotes dentro de su gobierno pastoral.
“Siempre tener un sacerdote nuevo es una bendición y un logro de Dios en todo sentido. Se necesitan muchos años en la formación de un sacerdote. Hay que dedicar toda una vida para tomar esa decisión.
“Estoy muy contento por haber consagrado estos primeros tres nuevos sacerdotes y espero que Dios nos siga bendiciendo para el bien de las comunidades”.
El segundo Arzobispo de León reconoció que el apoyo de los laicos, del pueblo, es básico para seguir ofreciendo servicios espirituales.
“Hay que exhortar a los laicos para que se sumen a la fuerza de trabajo evangelizador. El mayor reto en la actualidad es que la Iglesia Diocesana tienda puentes espirituales con sociedad, de acuerdo a los tiempos actuales. La Iglesia tiene que tender puentes culturales para ayudar a tener una mejor sociedad”.
Llegan a atender 13 lugares
El vocero de la Diócesis de León, el padre José de Jesús Ibarra Andrade, reconoció que el trabajo del sacerdote es arduo y que hay parroquias que tienen muchos templos, capillas y templos a medio terminar que no son atendidos.
“Hay parroquias que tienen muchos lugares de culto. En la parroquia de El Carmen, por el rumbo de Brisas del Campo, donde yo estaba, tenía la responsabilidad de 13 lugares de culto, algunos que son templos que no están terminados, simples tejabanes, en los que se celebran misas, otros sí están concluidos.
“No se abren todos los días, aunque se procura atender el culto por lo menos una vez por semana”, añadió.
Reconoció que hay muchos sacerdotes ancianitos que tienen el cargo de rector en esos templos a medio terminar o en comunidades alejadas de la zona urbana, donde no se requiere de mucho trabajo pastoral.
Ibarra manifestó que hay municipios como San Felipe y Ocampo con comunidades rurales que cuentan con su templo, y que por lo menos una vez por semana se les da atención.
Incluso los sábados se da la misa dominical para poder alcanzar a atender los recintos de culto que se tienen.
Cada vez hay más población, más templos y menos sacerdotes para atenderlos, reconoció el padre.
“Tenemos que distribuirnos para poder alcanzar”, subrayó.

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