José Agustín González Castillo nació el 28 de agosto de 1925, en León, Guanajuato.
Hijo de Juan González e Inés Castillo, José Agustín fue el hijo mayor de ocho hermanos.
Estudió en el Instituto Tecnológico de Roque en el año 1944 para formarse como Perito Ejidal; tras culminar su preparación fue convocado por la empresa Nieto y Compañía en el año de 1948, en donde se dedicó a entregar trilladoras a los campesinos de la zona.
Unió sus lazos con María de Jesús Uribe Beltrán para formar su propia familia conformada por seis hijos: dos hombres y cuatro mujeres.
Su hija mayor, Silvia González Uribe, recuerda que formó parte de los profesores fundadores del Instituto Tecnológico de Celaya, pues en el año 1958 fue convocado a impartir el taller de Combustión Interna por cerca de 10 años.
Aunque no contaba con una Licenciatura en Educación, sí tenía potencial y experiencia en los talleres que esta institución ofertaba, es por ello que fue llamado en varias ocasiones a impartir clases.
Después de tiempo regresó al Instituto Tecnológico de Roque, a impartir el taller de Torno y Soldadura por cerca de 10 años; luego decidió ir a dar clases a una secundaria técnica en Rancho Grande, Irapuato, donde estuvo por seis años.
Luego, en Apaseo el Grande, fungió como coordinador de la Secundaria Técnica, lugar en el que se jubiló.
Sus familiares y amigos lo recordarán como una persona recta, siempre sonriente y un excelente profesor que buscó compartir sus conocimientos y experiencias.
Uno de los principios básicos que les fomentó como padre fue la unión, pues ante todo -dijo su hija mayor- siempre buscó tener una relación estrecha con todos los miembros de su familia.
José Agustín González era una persona que aspiraba a llegar a cumplir más de un siglo de edad; algo que en vida siempre les decía a sus hijos, además le gustaba contar sus anécdotas y así no olvidar sus vivencias para que perduraran en la vida de sus familiares y amigos.
“Tengo recuerdos con los que siempre vamos a vivir, porque sus hijos y nietos siempre recuerdan sus anécdotas, un papá cariñoso, cumplido, que siempre trató de darnos una formación recta”, dijo Silvia González.
Hoy se ofrecerá una misa en la iglesia de la Virgen de los Pobres, a las 10 de la mañana, para el eterno descanso de su alma.
Ayer, su hijo, José Luis González Uribe, viajó de Brasil -donde trabaja junto a la embajadora de México en ese País, Beatriz Paredes- a Celaya, para estar al frente de sus funerales.
Descanse en paz, José Agustín González Castillo.

Miguel Segura
Amigo
“Muy apreciado y muy querido por su alumnado; era una persona magnifica, muy buena persona”.

Juan Antonio Montoya
Amigo
“Me quedaba platicando horas con él, de la vida o del campo; se siente su ausencia”.

Miguel Ortega
Amigo
“Fue una gente muy alegre, muy honesta y trabajadora; lo que siempre recordaré es su cara alegre”.

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