Un bombero ama su labor, entrega su vida en cada siniestro y su espíritu de servicio lo mantiene firme pese a la falta de equipo o reconocimiento, su compromiso es salvar vidas.
Personas que arriesgan su propia vida para salvar la vida o el patrimonio de otras personas, que trabajan con equipos desgastados, a falta de herramientas y que sin embargo, no dudan en salir a rescatar a alguien o apagar el fuego que consume una casa, una fábrica, el hogar o la fuente de empleo de algún desconocido.
Desde el momento en que se escucha la sirena aérea se ocupa el apoyo de los bomberos voluntarios ante una contingencia de grandes magnitudes, y sin más, quienes pueden acudir de inmediato se ponen su pantalón, chaquetón, casco, guantes y monja y si el incendio lo amerita también hay que ponerse el aire autónomo, así comienza todo.
Luego hay que reportarse con el jefe de servicio quien reconoce y ubica en su puesto a cada elemento, y de ahí, camino a apagar el incendio, a desplegar mangueras y apagar llamas. “El personal de Bomberos es siempre lo más importante, por lo que todos tienen que tener su equipo completo, de no ser así no interfieren en la labor, pues no exponemos a ninguno de nuestros elementos”, aseguró el capitán Rogelio Segura Luna.
Al terminar el incendio, se hace una exploración en el área para cerciorarse de que no hay llamas que aviven el fuego, luego hay que recoger material y al llegar a las instalaciones de Bomberos, ahí no termina el trabajo, ahora hay que limpiar todo el equipo, incluso cada uno de ellos se hace responsable de lavar el uniforme que utilizó.
La mayoría de los elementos que forma parte del Cuerpo de Bomberos tanto de San Francisco como de Purísima del Rincón, son voluntarios y en la medida de lo posible otorgan su tiempo para su preparación en temas de Bomberos, como en sus trabajos o estudios personales, invierten su tiempo en la benemérita institución, por el simple hecho de servir.
Bomberos son todos, y por ello hoy mencionaremos a todos los voluntarios de San Francisco y de Purísima, ya que todos, con mayor o menor tiempo en la institución han aportado sus horas, su esfuerzo y su entrega.
Comandante Gonzalo Camarena García, Rogelio Segura Luna, Alfredo Andrade Ramírez, Jorge Roberto Camarena, Alejandro Cortés, Ricardo Medina, Gabriel Oliva, Cristian Padilla, Rogelio Meza, Felipe de Jesús Origel, Guillermo Vázquez, María Elena Guerra, Carlos Esaú Martínez, Carlos Morales, Juan Núñez, Daniela Zulema Ríos, Martín Cano, Víctor Cabrera, Ángel Mascorro, Daniel Núñez, Sergio Pérez, Alberto Ayala, Guillermo Rodríguez, Christian Mena, Efraín Frausto, Luis Valadez, Ricardo Muñoz, Miguel A. Reyes, Juan José Vázquez, José Bernardino Quezada, Luis Adrián Aguilar, Sixtos Guzmán, Isabel Esparza, Isaac Hermosillo, Edemir Montes, Frank Jiménez, Fernando Vallejo, Edgar Aguilar Francisco Tavares, Miriam León, Fátima Tostado, Gabriel León y Francisco Ayala, estos últimos cinco preparándose en el Cecatem. Además Stívali Becerra, Santiago Martínez, Alberto Pedroza, Jaime Chávez, Enrique Lozano, Roberto Lara, Ezequiel Serrano, Tomás A. Valverde, Ramón García, Jesús Guerrero. Guadalupe Pedroza y Joel Reyes, quienes son la primera generación de graduados de la Academia Interna de Bomberos.

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