La Organización de las Naciones Unidas solicitó formalmente al régimen de Bashar al Assad que permita sin demora al equipo de inspectores que está en Damasco realizar una inspección en el suburbio de Ghuta, al este de la capital, donde, según los rebeldes, más de 1,400 personas murieron el miércoles tras un ataque aéreo del Ejército, posiblemente con gas sarín.
El sueco Ake Sellström, jefe del equipo de médicos y químicos llegado hace cinco días al país para investigar el uso de armas químicas en el conflicto sirio, está negociando el permiso con el régimen.
Mientras el presidente Barack Obama ha ordenado a las agencias de inteligencia estadounidenses que investiguen por su cuenta lo sucedido en Ghuta a la vez que secunda una inspección de la ONU, 37 países encabezados por Reino Unido pidieron por escrito a la organización multilateral que amplíe el mandato de los técnicos, limitado ahora a la visita a tres lugares donde supuestamente se emplearon armas químicas en Primavera, tanto por parte del régimen como de los rebeldes.
La zona atacada el miércoles en el que, si se confirmara, sería el ataque químico más grave en 25 años, dista 15 minutos en coche del hotel de los expertos.
“Es prioritario saber si la información es cierta”, destacó ayer el Gobierno británico en una nota.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, reveló hoy que en Ghuta hay “miles de heridos que necesitan desesperadamente atención médica y ayuda humanitaria”.
Jan Eliasson, número dos de Ban, advirtió de que no basta que un amplio grupo de países solicite una ampliación del mandato; se requiere el consentimiento de la contraparte y asegurar la seguridad del equipo, que, dijo, ahora no está “garantizada”.
Estas exigencias se producen después de que el Consejo de Seguridad de la ONU expresara la madrugada de ayer su “seria preocupación” y pidiera que se aclare lo ocurrido. Son las únicas palabras en las que coincidieron sus miembros en la reunión convocada de urgencia en Nueva York para analizar la denuncia de los opositores.
Rusia, aliada de El Assad, y China impidieron una resolución más dura y acusó a los rebeldes del ataque químico.
Los impulsores del encuentro -Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Luxemburgo y Corea del Sur- redujeron sus pretensiones hasta lograr un débil texto de consenso.
Si el Consejo de Seguridad no aporta soluciones con urgencia, habrá que buscar “otras vías”, dijo ayer al canal BFM el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius.
Urgen a Siria que permita investigar ataque
La ONU solicitó al régimen de Bashar al Assad que permita al equipo de inspectores que está en Damasco realizar una inspección en el suburbio de Ghuta