La violencia de género no sólo es hacia las mujeres, sino a todos los grupos vulnerables, donde los ancianos y niños también la sufren. En el que desde las cuestiones estadísticas, tradiciones culturales y legales necesitan que se revalúen para que funcionen en cuestión de evitar esta práctica.
Guadalupe Salas Lugo, activista en pro de los derechos de las mujeres, ex conductora del programa radiofónico Visión de Género, comenta que inmediatamente cuando hablamos de violencia de género nos retomamos hacia la violencia contra mujeres, sin embargo hay violencia en todas partes, violencia contra los niños, violencia contra los ancianos, violencia incluso contra los mismo hombres, hacer la diferencia de que la violencia de género no es sólo hacia las mujeres, son temas que siguen vigentes, que no se han abordado al 100% para erradicarse, de nada sirven leyes más estrictas que castiguen la violencia si no es atacada de raíz, teniendo en los altos esa raíz muy cimentada, en una cultura machista, teniéndola precisamente en casa.
Comento Salas Lugo que ese es el referente que se puede tomar de donde inicia la violencia, ya no sólo enmarcada hacia las mujeres que son malamente llamadas el sexo débil, sino que la misma ha quedado enmarcada en ya, una violencia de género.
Letra muerta
Al referir del caso en los avances que se ha tenido en cuestión de legislación, la especialista comentó que aunque sí se han dado avances en esta materia, desgraciadamente muchos siguen quedándose en letra.
“Hay un grave error, por ejemplo cuando hablamos de feminicidios, si matan a una mujer se va a estadística de feminicidios y no se preguntan si esa mujer fue asesinada por el hecho de ser mujer. Que tengan las características para ser feminicidio, si atropellan a una mujer, también se va a estadística de feminicidio por ejemplo, si se suicida, si muere atropellada, la estadística la marca como feminicidio, y es necesario hacer la aclaración que no todo es así, podrán ser homicidios, pero no feminicidios”, explicó.
Al hacer esta referencia, Salas Lugo comenta que viene junto con pegado, debido a muchas tradiciones educativas de la familia, que afortunadamente se han ido disminuyendo. Donde por ejemplo se le enseñaba a la mujer desde temprana edad que la mujer debe de ser sumisa y abnegada.
“Esas son dos palabras, ‘sumisa y abnegada’ que muy difícil se van a erradicar sobre todo en comunidades marginadas, en comunidades campesinas o incluso con mujeres que pueden tener un estatus económico elevado y que saben que al momento de renunciar al maltrato, pueden perder todas sus comodidades. Ahí es donde nosotros tenemos que luchar mucho en que se haga conciencia de que como seres humanos tenemos un valor muy importante que es la dignidad propia”, dijo.
Terminó comentando que la parte más delicada y necesaria a la vez, para poder ir disminuyendo la violencia de género, es aumentando las autoestimas de las posibles víctimas. Enseñándoles que para dejar de sufrir algún tipo de abuso se tiene que tener el valor de dejar de ser dependiente del presunto agresor.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *