El Municipio pretende rescatar la bicentenaria Plaza de Gallos, abandonada desde hace décadas; ya fue autorizada su compra en cinco millones de pesos.
La falta de mantenimiento poco a poco acaba con esta histórica finca que se localiza en el Centro Histórico y que cuenta con dos entradas: una por el número 316 de la calle Justo Sierra y otra por el 431 de la calle Juárez.
Ahí llegó Francisco I. Madero en su campaña antirreeleccionista en 1910, a celebrar un mitin en el que criticó duramente al Gobierno de Porfirio Díaz.
El historiador Carlos Arturo Navarro Valtierra consideró que la historia de la Plaza de Gallos tiene grandes valores por su arquitectura.
“Por el viejo valor de contexto que guardó durante años respecto a otros inmuebles del entorno, y por su rica y extensa historia de peleas de engalladas aves, coso taurino, escenario político y dramático, arena de lucha libre y centro docente preparatoriano, se debe conservar”, dijo.
En ese lugar se hicieron corridas de toros, peleas de gallos y hasta fue escenario de ópera en 1876, cuando sirvió de escenario a la cantante Ángela Peralta.
El 18 de febrero de 2010 se derrumbó la fachada de la calle Justo Sierra, a una cuadra de donde se encuentra el Archivo Histórico de León.
Navarro Valtierra consideró que la finca necesita mantenimiento y restauración y desde hace décadas.
Dijo que hay documentos que señalan que esta finca ya existía en 1797 en condiciones de arrendamiento, sin embargo fue reformada en 1802.
Por más de 50 años fue escenario de lucha libre y ahí brillaron “El Santo, “Blue Demon” “Cavernario Galindo”, y “Tonina Jackson”.
Otro documento del Archivo Histórico revela que del 25 al 28 de septiembre de 1798 se llevaron a cabo peleas de gallos.
Plaza bicentenaria
José Sóstenes Lira en sus “Efemérides de la Ciudad de León”, señaló que el 11 de enero de 1802 quedó terminada la Plaza de Gallos, mandada a construir por Manuel Gutiérrez de la Concha.
“Además del palenque la finca tenía cuatro cuartos y dos salas que daban a la calle, con ventanas de fierro, zaguán, pozo y ocho puertas nuevas. Su valor en 1808 fue de siete mil pesos”, aseguró el cronista.
A partir de 1808 Manuel José Gutiérrez de la Concha se hizo cargo de la Plaza de Gallos.
En inicio de la Guerra de Independencia, en 1810, el brigadier Félix María Calleja, comandante en jefe del Ejército de Operaciones contra los insurgentes, lo nombró subdelegado de la Villa de León.
“Por el 14 ó 15 de diciembre Calleja estuvo en la Villa de León con un ejército mayor a cinco mil hombres, y dictó órdenes como las de ahorcar en la plaza a los leoneses que se habían unido a las causas independientes”, señaló Carlos Navarro.
En el edificio de la Plaza de Gallos se alojó parte de la división realista dirigida por Calleja, y el 8 de febrero de 1812 perdió la vida Manuel Gutiérrez por defender esta causa.
Para 1819 el lugar fue arrendado por Rafael Morales.
En 1822, por encargo del Ayuntamiento de la Villa de León, José María Verdín hizo una inspección de las condiciones en las que se encontraba y declaró que la plaza estaba “libre de padecer el ruinoso estrago de caerse, si no es con la vicisitud de los tiempos”.
En esa fecha la finca fue rehabilitada y le colocaron cimientos a algunos puntos.
Sin embargo el 23 de enero de 1826, en una nueva inspección, se determinó que los arcos estaban a punto de derrumbarse, por lo que las autoridades determinaron cerrarla.
Luego de hacer obras de rehabilitación, el 20 de abril de 1831 el Ayuntamiento de León autorizó que se celebraran 40 corridas de toros, a lidiar en la Plaza de Gallos.
Años después, en 1834, el recinto fue subastado y rematado y para 1836 el nuevo propietario era Felipe Valero.
Carlos Navarro apuntó que en 1904 la finca fue modificada en cuanto a su estructura arquitectónica.
En 1910 León contaba con una población de aproximadamente 90 mil habitantes, y el 31 de marzo Francisco I. Madero llevó a cabo un mitin en la Plaza de Gallos.
Proyectanespacio cultural
Las autoridades municipales pretenden rescatar el valor histórico de la Plaza de Gallos e incluirla en un proyecto cultural.
“Esta finca histórica de la ciudad forma parte ya del Municipio, la idea es en esta Administración salvar el valor histórico a esta finca a través de un proyecto ejecutivo”, informó el regidor Aurelio Martínez.
Dijo que la compra fue aprobada por la Comisión de Adquisiciones, luego de que la finca se vendía originalmente en 10 millones de pesos.
El Gobierno local decidió hacer la compra para incluir la plaza en un plan cultural e integrar a historiadores en el proyecto Ciudad Histórica.
Entre los usos que se contemplan están un museo y una calzada de la cultura, pero las autoridades no lo tienen definido.
“Vamos a apostarle a tener un recinto digno para tener eventos culturales”, dijo.
Para este proyecto se buscará también apoyo del Gobierno federal.