Texto y fotos: Agustín Cervantes
En nuestra ciudad los trompos de madera del taller de “Maya” siempre fueron famosos y hasta la fecha todavía hay personas y sobre todo niños que los buscan, siendo un juguete que por más de 7 décadas ha sido del agrado de los piedadenses.
La pregunta es: ¿Quién no jugó con ese trozo de madera torneado?, que no tiene fin pese a que hoy en día hay otros juguetes extranjeros (de plástico) que llegaron por momentos a hacer competencia; sin embargo, el que fabrican en el taller de Maya, fue y sigue siendo el más codiciado.
Pero quién mejor que Don Juan Maya para que nos narre el origen de su taller que a través de 70 años sigue firme como el tronco de mezquite con el que elaboran no sólo trompos, sino baleros y toda clase de muebles.
“Bueno, su origen nos hace recordar que hace 70 años aproximadamente, este taller comenzó a trabajar de manera familiar (como hasta la fecha lo ha hecho) y fue mi papá, Francisco Maya, el que siguió también la herencia de este espacio de mi bisabuelo Don Pablo Maya”, recordó Juan Maya, actual propietario del taller.
No fue el primer taller en La Piedad que elaboró los trompos de madera, había otros dos señores que se dedicaban a este trabajo. Uno de ellos, el de Don José Delgado y el otro de Abraham -del que no recordó su apellido.
Don Juan Maya dijo que “mi papá Francisco Maya, siguió elaborando los trompos, aunque nos dedicábamos más bien a hacer las maderas para los telares de los reboceros, sobre todo las refacciones para esos aparatos con los que se hacían esas prendas.
“Pero, recuerdo que Don Abraham ya estaba avanzado de edad y dejó de hacer los trompos, ahí fue donde aquí en nuestro taller comenzamos a elaborarlos nosotros, teniendo una gran respuesta de las personas y de los niños”, dijo.
SUS PRIMERAS VENTAS
Así ya con el estilo de los trompos del taller de “Maya”, vinieron las primeras ventas a la tienda de Don Apolonio Guízar, mejor conocido como “El Pollito”, quien era el que los distribuía en la ciudad con muchas ventas entre la población.
Sin embargo, la gente poco a poco se fue dando cuenta en que taller se hacían esos trompos y -nos relata emocionado Don Juan- llegaban a este lugar filas de niños para que les hiciéramos su trompo de madera, que lo torneábamos de acuerdo al gusto del cliente, de varios tamaños.
Fue una época bonita, tanto para el taller como para los pequeños, que nunca tuvieron una temporada precisa de la venta de los trompos, pues “cuando el niño quería jugar acudía a que le fabricaran su trompo”.
Reconoce que esa tradición ha bajado, aunque todavía por ahí se fabrican algunos trompos, pero “los juguetes de pilas llegaron a terminar con esta actividad, primero por que hay muchos más baratos”.
EN CINCO MINUTOS
Y ese trozo de madera por lo regular de tronco de mezquite, tarda unos 5 minutos en tomar la forma de un trompo, gracias a manos especialistas que le van dando la figura exacta a este juguete. Son verdaderos artesanos los que hacen estos artículos.
Se comienza con colocar en un torno el pedazo de manera, ahí se le va dando la forma. Pero Don Juan, nos reveló que antes era más complicado, ya que se tenía que hacer entre dos personas pues no se contaba con torno de motor, era una manivela que uno le daba vueltas con fuerza (mano) y el ayudante le daba la forma.
Las líneas color negra (circulares del trompo), curioso pero se hacen con una madera delgada que al pasarla por el trozo de madera en giramiento, quema la línea dándole ese color café que le da un toque especial a este juguete.
Pero no sólo trompo fabrican en el taller de “Maya”, se hacen otros juguetes como el balero tan buscado en su momento por los niños y personas adultas, pero también elaboran máquinas para hacer tortilla; muebles de madera y toda clase de artículos que se trabajan con esta materia y en especial con el mezquite.
En abril este taller sufrió un accidente pues se incendió y a base de préstamos y mucho sacrificio la familia Maya volvió abrir hace un par de meses para continuar con la tradición en La Piedad.
Juguete para los pequeños
7 Décadas trabajando el taller.
3 Generaciones al frente del taller.
5 Minutos para hacer un trompo.
5 Cm. de altura tiene un trompo.
6 A 7 pesos, el precios del juguete.
Al detalle…
SE QUEMÓ EN ABRIL…
• Hace 4 meses se quemó y con tesón 2 meses después siguieron la tradición.
• Hubo un tiempo en los niños hacían fila para esperar su trompo.
• En el taller también se elaboran otros juguetes, como los baleros.
• Asimismo, máquinas para hacer tortillas.
Hace 70 años este taller comenzó a trabajar de manera familiar (como hasta la fecha lo hace) y fue mi papá, Francisco Maya, el que siguió la herencia de mi bisabuelo Don Pablo Maya”.
juan maya
dueño del taller