Recorrer el Centro Histórico de Morelia, deleitarse con una buena comida y gozar de la vida nocturna es posible hacerlo sin temor a la delincuencia.
A pesar de la información que se ha manejado respecto a la capital michoacana y sus alrededores, puede constatar al visitarla, que los locales y turistas no tienen ningún problema con el crimen organizado del que se habla.
Así que si entre sus planes está el de gozar de la ‘Ciudad de las Canteras Rosas’, existen algunas recomendaciones para su próxima visita a este lugar.
El recorrido obligado es en el Centro Histórico, el cual mantiene una constante en sus fachadas de cantera con una antigüedad de más de cuatro siglos y en el que se pueden encontrar diversos edificios, museos y templos que son testigos de la historia de la ciudad.
Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe
Mejor conocido como el templo de San Diego por la gente local, se comenzó a construir en el año de 1708 y concluyó en 1716.
Posteriormente se edificó el monasterio de la Orden de los Dieguinos, el cual actualmente alberga la Escuela de Derecho de la Universidad Michoacana.
Su interior fue decorado por Joaquín Orta en el Siglo XX, en donde combina el trabajo artesanal del barro con la yesería trabajada en Europa.
Templo de las Monjas Capuchinas
Este recinto fue construido entre 1729 y 1737 y albergaba a las hermanas de Santa Clara de Asís.
Posteriormente fue tomado por una comunidad de monjas e hijas de nobles indígenas de Michoacán.
El estilo arquitectónico de la iglesia se basa en el barroco y en su interior es posible admirar altares de estilo churrigueresco así como un Cristo hecho con caña de maíz y orquídeas.
Templo Agustino
Reconocido como uno de los primeros edificios de la antigua Valladolid, este templo se caracteriza por una fachada barroca y un interior ampliamente ornamentado.
Este lugar en que se venera a la Virgen del Socorro cuenta también con una capilla lateral que se caracteriza por sus paredes cubiertas de pinturas con personajes ilustres de la Nueva España.
Adjunto al templo se localiza un ex convento de influencia gótica, el cual tiene techo de vigas de madera y algunas de sus paredes aún presumen una cenefa pintada al fresco.
Casa Natal de Morelos
Esta antigua casa del Siglo XVII fue testigo del ilustre personaje José María Morelos y Pavón, que gracias a la tecnología, narra su propia historia a través de un animatronic.
Su edificación original es de estilo barroco con paredes lisas y color blanco.
Además tuvo varias funciones, como hospedería, casa de salud y hospital de la orden de los agustinos.
En esta casona donde nació el ‘Siervo de la Nación’, para el año de 1988 fue reconstruida y adquirió su actual estilo neoclásico.
Actualmente está acondicionada como museo y cuenta con una biblioteca especializada en Morelos y salas para conferencias y exposiciones.
Plaza de Armas
La Plaza de Armas fue construida por Juan Ponce y se encuentra a un costado de la Catedral de Morelia.
Se presume que lleva tal nombre porque en ella las familias presentaban las armas con las que defenderían a la Nación.
Historia y religión
El Museo Histórico del Poder Judicial que se encuentra frente a la Plaza de Armas es engalanado por un mural de José María Morelos y Pavón realizado por el artista Agustín Cárdenas en el año de 1976.
Este edificio con fachada afrancesada posee un estilo ecléctico y contiene elementos decorativos muy estilizados. La segunda planta posee aspectos decorativos con influencia prehispánica y una arcada en la planta alta.
El museo consta de tres secciones: arqueología, historia y etnología.
Palacio de Gobierno
El edificio inaugurado en el año de 1770 por el Obispo Pedro Sánchez de Tagle, originalmente fue construido para ser seminario.
En su época de seminario, el recinto albergó a personajes de la historia de México como Mariano Michelena, Agustín de Iturbide, José María Morelos y Pavón y Melchor Ocampo.
Durante la Guerra de Reforma, el liberal Epitacio Huerta incautó el seminario y el Congreso del Estado, por medio de un decreto expropió este recinto el 12 de marzo de 1859. Desde entonces, funciona como Palacio de Gobierno.
También es decorado por murales de Alfredo Zalce que representan la historia y costumbres del pueblo michoacano.
Templo de la Compañía de Jesús
El templo que data del Siglo XVII está acondicionado como Biblioteca Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás desde el año de 1930.
Se le considera como el tercer acervo más grande del País pues resguarda 22 mil 500 ejemplares de los siglos XV al XIX y del XX al XXI cuenta con 20 mil textos.
Templo de Santa Rosa de Lima
O también conocido como el templo de Las Rosas, fue construido en la segunda mitad del Siglo XVIII por orden del Obispo Martín de Elizacoechea, donde originalmente estuvo el primer convento de monjas dominicas de la ciudad.
A finales de la década de los 40’s se instaló la Escuela de Música que aún funciona y es sede del Coro de los Niños Cantores de Morelia.
Catedral Metropolitana de Morelia
La construcción de este edificio de cantera comenzó en el año de 1660 y se concluyó en 1744.
En su interior presume el manifestador de estilo barroco y una pila bautismal de estilo neoclásico, ambos fueron elaborados con plata en el Siglo XVIII.
Cuenta también con un órgano del Siglo XX que consta de 4 mil 600 flautas y la imagen del Señor de la Sacristía, realizada con pasta de caña de maíz del Siglo XVI.
Dónde comer
Si recorrer el Centro Histórico de Morelia le abrió el apetito o bien, desea probar de los platillos típicos de la región antes de comenzar el largo camino, existen varios lugares en los que puede deleitar a su paladar.
Uno de ellos es Lu Cocina Michoacana del Hotel Casino, el cual se encuentra frente a la Plaza de Armas en un edificio del Siglo XVIII.
Aquí la recomendación es visitarlo para tomar el desayuno. De entre su variado menú puede elegir unos chilaquiles Casino o unos huevos Casino, puede acompañarlos con un chocolate, jugo de fruta o el tradicional café de olla.
Por la tarde, el Restaurante San Miguelito, el lugar donde el pasado y el presente se encuentran, ofrece una carta de platillos como sopa de queso frito a la mexicana y medallones San Miguelito. Y como postre un pastel de elote o una trufa de chocolate.
Pero no sólo el atractivo de este lugar se encuentra en la carta, también en la decoración, pues se basa en el arte mexicano y se divide en cuatro salones: el Salón de las Conspiraciones, el Salón Tupátaro, el Altar de las Conversaciones y el Rincón de las Solteronas.
Y si aún queda espacio para la cena el Restaurante La Azotea, del Hotel Los Juaninos, no sólo agasajará al paladar con sus platillos, también a la vista, pues el lugar cuenta con una panorámica de la Catedral Metropolitana y el Centro Histórico.
Aquí quizá pueda probar una sopa de quesos finos o una trenza de filete y nopal en salsa de cinco chiles.
Dónde dormir
Después de haber visitado los principales lugares emblemáticos de la capital michoacana, corresponde un merecido descanso.
Pero no en cualquier lugar, sino en uno de los sitios que desde hace siglos ofrece hospedaje en Morelia, cuya historia lo vuelve aún más atractivo.
Ubicado entre Ignacio Zaragoza y Melchor Ocampo se encuentra un inmueble construido en el Siglo XVIII que funcionó primeramente como casa habitación y que desde 1752 es un hotel.
El Antiguo Mesón de la Soledad, actualmente Hotel de la Soledad fue el segundo lugar formal de hospedaje con que contó Valladolid desde el Siglo XVIII.
A principios del Siglo XVIII, en el lugar que ahora se encuentra el hotel, se ubicaba una casa de mampostería con corredores con pilares de madera y techos de viguería con tejas de barro.
En 1735, un matrimonio originario de Navarra, España, llegó a la ciudad y adquirió la casa que fue demolida para construir una similar a la que tenían en aquel país.
Para 1752 la casa fue acondicionada para funcionar como alojamiento y se llamó “Mesón de Ulate”.
A inicios de 1800 el lugar fue vendido y su nuevo propietario realizó modificaciones arquitectónicas con el fin de ampliar el sitio y mejorar el servicio, por lo que se edificó la segunda planta. En aquella época recibió el nombre de “Mesón de la Soledad” haciendo referencia a la Virgen de la Soledad.
Sesenta años después el Mesón fue heredado y recibió el nombre de “Hotel de Michoacán”.
Actualmente el hotel cuenta con 47 habitaciones decoradas con detalles y piezas de arte colonial, tiene también un restaurante bar que ofrece platillos regionales e internacionales y salones para juntas y reuniones.
Su ubicación le permitirá trasladarse fácilmente por el Centro de Morelia, pues se encuentra a media cuadra de la Catedral y Plaza de Armas.