La comunidad Huerta de Lima enmudeció ante una tragedia, tras perder la vida una pequeña de 3 años, al ser atropellada por un camión de la Ruta 35.
Carolina Espinoza Rea, de 24 años, atestiguó el momento en el que las llantas pasaban por encima de su pequeña Eli Chacón Espinoza.
El hecho ocurrió ayer alrededor de las 3:30 de la tarde, en el camino estatal que comunica a las comunidades El Carrizal Grande y Peñuelas.
Tras la conmoción, Carolina no pudo platicar la manera en la que su niña de 3 años fue arrollada.
Toda su familia entró en crisis.
Según un testigo, Carolina con su hija Eli viajaban en el camión de la Ruta 35, con número económico IR-0093, con recorrido Centro-Peñuelas.
Dicen que el chofer era un joven de nombre Agustín, también habitante de la comunidad.
Señalaron que a la altura de la comunidad Huerta de Lima, mejor conocida como “El Ranchito”, Carolina pidió la parada, después de regresar con mandado de la cabecera municipal de Irapuato.
Primero bajó ella, pero al querer cargar a su hija, el operador arrancó, la niña se le soltó, pero cayó debajo del urbano y la arrolló.
En tanto, otra versión fue que la niña salió corriendo de su casa y al encontrarse de frente al camión, éste la atropelló.
Ante los hechos, el resto de los pasajeros bajaron, mientras el responsable, en el lugar, abandonaba el camión, a fin de escapar.
Detrás, quedaba tendido el cuerpo de Eli, mientras su madre se hincaba para llorar junto a su hija, en tanto la gente de la comunidad se acercaba para colocar una veladora y tapar el cuerpecito de Eli con una sábana.
Al lugar llegaron paramédicos de Cruz Roja, al revisar a la pequeña ya no presentaba signos vitales, al mostrar fractura craneoencefálica.
Momentos después, al lugar de los hehos llegaron elementos de Policía Preventiva y elementos de Policía Ministerial con personal de la Agencia 4 del Ministerio Público.
Dos horas después, llegaron elementos de Tránsito del Estado, pero los peritajes ya los realizaba el Agente del Ministerio Público y personal de Servicios Periciales, quienes después ordenaron el traslado del cadáver al Servicio Médico Forense (Semefo).

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