Este País está entrando en una desaceleración, pero los edificios siguen creciendo. Hasta ahora.
China alberga 60 de los 100 edificios más altos del mundo que actualmente están en construcción. Sin embargo, las aspiraciones celestiales de Changsha, la capital de la provincia de Hunan, han inspirado incredulidad marcada por hostilidad.
El Grupo Broad, fabricante con sede en Changsha, ha estado planeando erigir el edificio más alto del mundo aquí este Invierno, y en tiempo récord. Se supone que El Sky City (Ciudad Cielo) de 202 pisos, y una altura total de 838 metros, debe estar armado en apenas cuatro meses, a partir de módulos de acero y concreto construidos en una fábrica a comienzos del año entrante, en las afueras de la ciudad. La excavación de los cimientos empezó el 20 de julio.
Sin embargo, la magnitud y velocidad del proyecto han desatado un estallido de introspección nacional en días recientes, con respecto a si líderes municipales y urbanizadores de China han ido demasiado lejos en su intento cada vez más maniaco por llegar al cielo.
“La vanidad de algunos funcionarios locales ha determinado el horizonte de ciudades”, leía un editorial en el Diario Popular, el órgano del Partido Comunista, del 12 de agosto.
Hace dos semanas el magnate detrás del proyecto dijo en una entrevista telefónica que había ordenado una pausa en la obra ahí, mientras esperaba aprobaciones ulteriores de reguladores en Beijing.
Es debido a toda la inquietud en los medios de comunicación y en internet que el Gobierno está un poco desconfiado y ha bajado la velocidad del proceso”, dijo Zhang Yue, el presidente del Grupo Board.
Sin embargo, él juró que terminaría el edificio, diciendo que preveía una demora de no más de dos a tres meses, con la conclusión en junio o julio del año entrante, en vez del plan original de terminarlo en abril. Los trabajadores ya cavaron un gran hoyo en el suelo para los cimientos y acaban de tender un camino de cuatro carriles hasta el sitio para traer equipo pesado para mover tierra.
“Sin consideración a cuan grandes sean los obstáculos, por cierto que los superaré para asegurar que este proyecto se termine”, dijo Zhang. Se negó a identificar quién en Beijing había demorado su proyecto, pero dijo que a él no le habían pedido que hiciera arreglo alguno al diseño.
David Scott, prominente ingeniero estructural en Londres que ha trabajado en muchos edificios sumamente altos, dijo que las demoras por regulaciones eran un problema periódico para ese tipo de proyectos por todo el mundo, pero normalmente se podía superarlos.
Funcionarios locales dicen que si bien han transferido la tierra para Sky City al Grupo Broad y han estado instalando electricidad y líneas de agua para el proyecto, la aprobación final del mismo sigue “en proceso” por los expertos de seguridad en edificios en Beijing.
Los planos para Sky City hablan de una pila de largos rectángulos más bien delgados que se cierran hasta una estrecha punta, como un pastel de boda muy alto y angular. Guarda una cuadrada semejanza con la Torre Willis de 110 pisos en Chicago, anteriormente la Torre Sears, que fue el edificio más alto del mundo hasta 1998 pero, ahora, fue dejado en la sombra por muchos rivales.
Beijing, Shanghái, Shenzhen, Guangzhou y Chongqing cada una similar en población al área metropolitana de Nueva York, están terminando un edificio cada una que superará a la Torre Willis.
Wuhan, del tamaño del área conurbada de Houston, está erigiendo dos edificios más altos que la Torre Willis y Tianjin del tamaño del área metropolitana de Chicago, está construyendo tres, con base en información del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano, el grupo de Chicago sin fines de lucro que registra derechos de alardear en cuanto a rascacielos.
Ambiciosos funcionarios locales, en combinación con empresas y bancos pertenecientes al estado, apoyan la mayoría de estos proyectos, elevando los temores de que el contribuyente fiscal, con el tiempo, pudiera terminar pagando la cuenta si los proyectos terminan siendo inviables.
“Si permites que el mercado decida, no creo que procederían muchos de estos altos edificios”, dijo Chau Kwong Wing, catedrático de bienes raíces y construcción en la Universidad de Hong Kong.
Pese a inquietudes populares, no hay señal hasta ahora de que alguno de los muchos rascacielos bajo construcción en China haya sido obstruido por reguladores en Beijing, destacaron Zhang y él.
Sky City es el proyecto más ambicioso de todos, y por lo tanto se ha convertido en el pararrayos de críticas de esta tendencia medios de comunicación chinos se han mostrado abiertamente escépticos con respecto al proyecto, poniendo en duda su seguridad, velocidad de construcción y la sensatez de confiar en módulos prefabricados.
Sin embargo, el trabajo continuó de todos modos previamente en el mes en este sitio. Las máquinas excavadoras cortaron lajas de tierra y seis perforadoras abrieron hoyos para un sistema de drenaje.
Zhang dijo en una entrevista en sus oficinas centrales que contaba con todas las aprobaciones necesarias para empezar a trabajar, y que tanto él como otros ejecutivos dijeron que en China era común seguir trabajando hasta que llegaran más aprobaciones.
Si se construyera como se planea, el edificio sería apenas 10 metros más alto que el Burj Jalifa en Dubái, el edificio más alto del mundo desde 2010. Sky City apretujaría 39 pisos más a su altura que el Burj Jalifa, en parte porque Sky City sería una torre de apartamentos en su mayoría, que no necesitan los mismos espacios ahuecados bajo los pisos como las oficinas requieren para conexiones y enfriamiento, y en parte debido a que los ductos de ventilación, cableado eléctrico e incluso baldosas de pisos interiores serán empacados en los módulos mientras aún estén en la fábrica.
Los últimos 15 pisos incluirán oficinas, una escuela con educación desde jardín de niños hasta el octavo grado, así como clínicas. Un plano esquemático del Grupo Board muestra un hotel cerca de la punta y un restaurante y cafetería en la misma punta. El énfasis en apartamentos refleja el resurgimiento del auge de bienes raíces en China – algunos en China y el extranjero lo llaman burbuja -, conforme el gobierno les ha dicho a bancos pertenecientes al estado que presten más en los últimos meses, en respuesta a señales de un crecimiento económico más débil.
Zhang exuda confianza en que la torre Sky City sea construida pronto, incluso a riesgo de ser inmodesto. “Las cosas que imagino definitivamente se harán, sin duda”, dijo en una entrevista en sus oficinas. “La gente ordinaria no conoce los desafíos y problemas que enfrento cada día. Hay tantos problemas, que no me bastan 24 horas para lidiar con todos ellos”.
El Diario Popular fue más oscuro, notando que el Edificio Empire State, completado en 1931, requirió de aproximadamente dos décadas para llenarse y convertirse en un éxito comercial; y al principio fue apodado el “Edificio Vacío Estate”.
China y su “Ciudad Cielo”
Aspira el gigante asiático a erigir rascacielos más alto del mundo con 202 pisos y una altura total de 838 metros en un tiempo récord en la ciudad de