El primer vuelo de los dos que hubo directos de Zihuatanejo a Guanajuato, llegó hace 30 minutos al Aeropuerto Internacional del Bajío.
Inmediatamente, partió un camión rumbo a Celaya con un grupo de 150 personas que lo único que ansían, es llegar a su tierra.
Una de las cosas que más recuerdan los guanajuatenses, son los árboles arrancados de raíz, el agua que llegaba a un metro de altura y los postes de luz que arrojaban chispas y que los ponía en peligro en todo momento.
“Fue muy feo, había árboles por todos lados, en el hotel era un caos, pero los dueños nos hicieron un descuento del 50 por ciento y nos proporcionaron agua para café y permitieron que sacáramos nuestra ropa.
“Fue una experiencia horrible pero se notó la unidad de los guanajuatenses, incluso, fuimos los primeros en ser apoyados por el gobernador y afortunadamente ya estamos a un paso de nuestra casa”, aseguró María Elena Cadena Zalava, proveniente de Celaya.
Los paisanos se veían cansados y fastidiados por el viaje. La mayoría de los guanajuatenses que aterrizaron en el Aeropuerto de Silao, van en distintos camiones a Celaya; todos son originarios de comunidades aledañas a este municipio.
La mayoría de los recién llegados, iban con todas sus familias, quienes llenaron camiones para ir en excursión a festejar el Grito de Independencia en la playa.

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