Esther Gasca dijo sentirse secuestrada junto con su familia en las playas de Acapulco, pues no pueden salir de esa ciudad luego de los destrozos que causó la lluvia y que impide el tránsito por las carreteras.
Viajó a ese puerto en compañía de sus padres y de su hermano con la idea de descansar durante los días patrios.
El sábado y domingo por la mañana los pasaron tranquilamente, fue en la tarde que las cosas se complicaron.
“Nos sentimos como secuestrados en la ciudad, no sabemos cómo actuar, estamos con el alma en un hilo, ya no sabemos ni qué hacer, ni a dónde ir, estamos vagando por la ciudad, el primer día que nos venimos al área dorada vagamos cuatro horas a ver qué podíamos hacer y hoy ya sólo estamos a la espera de que nos digan a dónde podemos ir, o bien que nos ayuden a salir”, manifestó.
Una de las preocupaciones es que tienen que regresar a su trabajo, pues ella es docente y en la escuela donde imparte clases ya están buscando a una persona que la supla. En el caso de su hermano es empleado en una empresa donde también necesita presentarse a la brevedad.
Aunque no han tenido contacto con más celayenses, saben que hay muchos pues han visto camiones rotulados con números económicos de Celaya o bien porque corresponden a agencias de viajes de esta ciudad.
Señaló que su familia inicialmente llegó a instalarse a un departamento que les prestaron, pero al darse cuenta que estaba lloviendo mucho y que se empezaron a desgajar los cerros, decidieron emigrar a un hotel.
Actualmente les están haciendo descuento en el hotel que están hospedados y que está en la zona dorada de Acapulco, sin embargo, los alimentos son los que están demasiado caros y hay zonas donde ya no hay víveres.
“Cuando entramos el primer día ya había noticias de que el Gobierno del Estado iba a apoyar con el 50% de descuento, nos comentaron que nos iban a hacer descuento, pero son descuentos muy escuetos y lo único que puede hacer la gente es salir del hotel e irse al albergue porque la situación sí está muy caótica”, platicó.
Esther refirió que son muchos que se fueron a pie de la cuesta al área naval para ver si pueden salir a través del puente aéreo para salir en avión, pero las filas son enormes y aparte falta agua.
“No hay agua, no hay víveres en esa área, donde sí hay es en el área Diamante, pero en días pasados no se podía pasar porque había mucha rapiña”, dice.

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