Lleno de emoción, con un nudo en la garganta y sus ojos al borde de las lágrimas, Juan Jaimes Olvera, leyenda del beisbol irapuatense amateur y profesional, fue festejado por su familia luego del homenaje que le brindó el Municipio de Irapuato al inmortalizar su nombre en el campo de beisbol de El Copal, que ahora se llama Juan Jaimes.
“Me siento muy feliz, sobre todo el sábado pasado cuando se inauguró el campo de beisbol que lleva mi nombre, fue un momento muy bonito y qué bueno que fue en vida, que nuestras autoridades reconozcan al deportista en vida, porque ya cuando uno se muere para qué”, dijo de entrada nuestro personaje querido por los irapuatenses por lo que le ha dado al llamado ‘Rey de los Deportes’, su amabilidad y sencillez que siempre lo han caracterizado.
A Don Juan Jaimes su familia le organizó una fiesta sorpresa en el lugar de la reunión se exhibió un video grabado durante la inauguración del campo de beisbol de El Copal; cada uno de sus familiares llevó un guisado o botana y refrescos que degustaron mientras veían la proyección.
A sus 76 años de edad Juan Jaimes Olvera se mantiene fuerte por la práctica del deporte, actividad que ha sido parte de su vida y que ha trasmitido a sus hijos y nietos.
Quienes tenemos la fortuna de conocerlo dando seguimiento a través de este diario de las actividades del beisbol, hemos vivido con Don Juan anécdotas y vivencias, de haber disfrutado cuando el beisbol en Irapuato estaba en todo su apogeo, impulsado por presidentes como José Luis Zarco (q.e.p.d), Juan Guerrero (q.e.p.d.), Juan Carlos Jaimes y Antonio Reniery, entre otros por citar que dieron mucho por el ‘deporte de la pelota caliente.
“Actualmente tengo 76 años, recuerdo que inicié en el beisbol en 1953 a nivel amateur en aquel entonces con el equipo El Águila, yo comencé como pitcher, me tocó la suerte de ir al nacional de zona con la Selección Guanajuato a Matamoros y San Luis Potosí”, mencionó mientras algunos familiares se despedían de él.
Pero atento a la plática, al lado de su señora esposa continuó la charla “Después estuvimos en El Águila que cambió a Embajadores y como dijo Héctor Bañuelos, mi sobrino, en 1952 nos hicieron un equipo que se llamaba Los Micros, no jugamos, nada más nos juntó a todos los del equipo, en ese entonces los partidos se jugaban en el campo Revolución y ya después en la Plaza de Toros, luego lo cambiaron para donde está actualmente, yo llegué ahí para jugar durante mucho tiempo con El Águila, luego Hielo Cristal, Tuberías Zavala, La Purísima y Pegaso”, recordó.
“Desgraciadamente me lesioné el brazo derecho y ya no pude pitchar, me dediqué a jugar Center fielder, como amateur con dos asistencias a nacionales, mientras que en lo profesional jugué con León allá por el año de 1962”, citó.

¿Qué le ha dejado el deporte del beisbol?
“Pues muchas satisfacciones, yo recuerdo más cuando la regué que cuando quedé bien, una vez estaba Dimas Rangel como Left fielder y yo estaba en el Center, el bateador que seguía bateaba mucho para la línea de Left fielder, por lo tanto yo le dije a Dimas, vente para acá para el Center y yo me voy a tu lugar, pero donde yo me puse ahí llegó la bola y que se me cae, entonces él me dijo molesto, nomás por eso me cambiaste”, sonríe.

¿Quiénes integran su  familia?
“Mi esposa Nicolasa Zúñiga Rico, mis hijos; Juan Carlos que hasta el fecha sigue jugando, Víctor Hugo, Alejandro, Adolfo que es el más chico y mi única mujercita, Imelda, además de mis nietos, sobrinos, todos ellos son ‘culpables’ de que hoy me sienta tan contento, muchas gracias.

¿Qué opina del beisbol actual en Irapuato?
“Pues hay muy buenos jugadores, yo los he visto, nomás que desgraciadamente el beisbol es muy caro y va decayendo porque desafortunadamente el futbol arrastra”.
“Precisamente con los niños hace uno el esfuerzo de inaugurar una Liga pequeña, nosotros lo hicimos hace años, teníamos cuatro equipos con jovencitos de 10 a 12 años y seis de 13 a 15 años, duramos como tres o cuatro campeonatos, pero actualmente invitan a los niños, les dan entrenamientos, duran dos o tres meses y los mismos niños se van a jugar futbol”, lamentó.

¿Ha sido dirigente de la Liga Municipal?
“Presidente no, pero mi hijo Juan Carlos sí lo ha sido en la Liga Municipal de Beisbol, yo solamente he estado como tesorero tratando de ayudar a nuestro deporte poniendo nuestro granito de arena”.

¿Qué opina de la reubicación del campo?
“Desgraciadamente no puedo opinar sobre eso porque yo estoy alejado del beisbol por mi esposa que está en silla de ruedas, a veces voy en ratos a correr en el campo o a jugar, pero no estoy bien enterado de cómo está la situación”.

¿Pero sí existe un comodato”
“Bueno, existe un diario oficial en donde se marca que en el año de 1973, nosotros íbamos mucho a las juntas a Guanajuato con el Gobierno, el señor Armando Fonseca, Armando García y un servidor con el capitán García para conseguir el terreno de beisbol”.
Luego de vueltas y vueltas a Guanajuato por fin nos cedieron el campo actual, era cuando Camilo Vidales estaba de presidente, a él le tocó cosechar el terreno cuando Max Kirchbach Fajardo era presidente de Irapuato”.
Para concluir, Juan Jaimes dirigió unas palabras de agradecimiento a los asistentes, “Lo que más me gusta de toda la familia Bañuelos y la de nosotros es la sinceridad en todos ellos, nada de hipocresías, yo le pido a Dios que les dé mucha vida, gracias”, remató.

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