Un grupo de mujeres, hombres y niños detuvieron a tres tráileres en la colonia Rancho Grande, porque están cansados de la destrucción de una calle y no quieren que la red de drenaje principal se dañe.
A un lado de la comunidad hay cinco empresas, de las cuales al menos tres están de acuerdo en participar junto con los vecinos en pavimentar la calle dañada.
“Desde hace como cuatro o cinco años, quedaron que iban a poner señales para que ya no entraran camiones y tráileres, y no lo han hecho, Tránsito Municipal no lo hace, la calle ya no sirve, la red principal de drenaje pasa por donde entran los camiones y la van a dañar”, comentó Oliverio Ontiveros.
El conteo que hicieron los mismos habitantes, establece que en 2006, había 1,600 familias en Rancho Grande.
A las 3:20 de la tarde, el grupo de inconformes formado por 15 mujeres, aproximadamente 12 niños y 10 hombres, impidieron que tres tráileres se desplazaran por la calle que se encuentra en el este de la comunidad Rancho Grande.
Algunos niños se quedaron a un lado de los ejes traseros de los tráileres, las amas de casa se colocaron enfrente y los hombres hablaron con los choferes para pedirles que ya no siguieran hacia unas bodegas que se encuentran a un costado del libramiento.
“No queremos seguir comiendo alimentos llenos de polvo, ni lodo en las calles, que no se dañe la red de drenaje y que las empresas de por aquí también apoyen”, dijo José Ríos.
José Ríos agregó que “Presentamos un oficio a Desarrollo Social del Municipio, pero nos dijeron que quizá el año próximo se podía hacer la obra, pero no aseguraron, a menos que se cancelara otra pavimentación en alguna otra colonia, porque toda la obra pública ya está asignada”.
Pedro Vega indicó que “Algunas empresas están dispuestas en ayudar para reparar y darle mantenimiento al camino, la empresa Sabritas nos quedaron de resolver la ayuda, otra empresa, el dueño dice que como está rentando no nos va a ayudar, por esas cosas la gente paró la circulación”.
Una de las amas de casa que estaban en la manifestación, indicó que “Cuando llueve, por lo mal del camino, el agua se va a las casas”.
Luis Domínguez aseguró que “Hasta donde sabemos no pueden pasar por aquí los camiones, para hacer las bodegas se dio un compromiso de arreglar el camino pero no cumplieron los dueños”.
Los vecinos quieren aportar para la pavimentación, pero como en el otro extremo de la calle no hay más viviendas ni locales, temen que se les quiera cobrar todo el tramo en sus dos carriles.
El delegado de la comunidad, Antonio Reyes Silva, el presidente de colonos Francisco Sierra y una representante de las mujeres, fueron a los almacenes donde los empresarios no quieren apoyar la petición para hablar del tema.
A las 4:15 de la tarde, los vecinos permitieron el libre paso, aunque no obtuvieron respuesta alguna de la totalidad de empresarios y de las autoridades municipales, los inconformes indicaron que seguirán impidiendo el paso de los camiones pesados que dañan la calle.

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