Ha hablado de la Biblia, de felinos, de fantasmas en la ópera y hasta de la política argentina. Así que, ¿de qué se trata el próximo musical de Andrew Lloyd Webber? Sexo, y también un poco de política, espionaje, revolución social y la Guerra Fría.
“Stephen Ward” se centra en un escándalo de la vida real: la revelación en 1963 de que el secretario de defensa británico, John Profumo, estaba involucrado con la modelo Christine Keeler, quien también se acostaba con un agregado militar soviético. Si como dijo el poeta Philip Larkin el sexo comenzó en 1963, el escándalo de Profumo fue como el Big Bang.
Con este coctel de sexo, riqueza y seguridad nacional, el escándalo de Profumo sacudió al gobierno británico al punto de llevarlo a una crisis mientras fascinaba al país.
Pero Lloyd Webber dice que su musical, que se estrena en Londres en diciembre, trata de algo más que el escándalo; es un retrato de una “época febril” de cambio social tumultuoso.
“El escándalo de Profumo toma tres minutos en el escenario”, dijo el compositor a The Associated Press el lunes durante una presentación de canciones del musical.
Pero los estragos todavía se sienten. “Es extraordinario, en verdad, las ramificaciones que alcanzó”.
Lloyd Webber dijo que se sintió fascinado por Stephen Ward, un osteópata influyente con el poder de unir a los poderosos, los bellos y los sexualmente aventurados en las fiestas más alocadas de Londres.
Ward fue quien le presentó a Keeler y a Profumo, durante una fiesta en una casa de campo de un aristócrata. Cuando surgió el escándalo fue arrestado y acusado de ser proxeneta, enjuiciado y sentenciado por vivir con dinero “obtenido inmoralmente”. Murió por una sobredosis de somníferos antes de que lo encarcelaran.
Lloyd Webber, compositor de “Jesucristo Súperestrella”, “Cats”, “El Fantasma de la Ópera” y “Evita”, dijo que entre más se enteraba, más se convencía de que Ward fue un chivo expiatorio.
Webber dijo que la sentencia de Ward podría considerarse una de “las mayores perversiones de la justicia” y que es un episodio de la historia que se mantiene en secreto.
“En la actualidad todavía no se puede obtener una transcripción del juicio, lo que es completamente extraordinario”, dijo Lloyd Webber. Algunos de los documentos relacionados con el escándalo seguirán sellados hasta el 2046 por órdenes oficiales.
El musical, que se estrenará en el Teatro Aldwych de Londres, es el primero de Lloyd Webber desde la segunda parte del “Fantasma”, “Love Never Dies”, que se estrenó en 2010 generando reseñas mixtas. El libreto y la letra estuvieron a cargo de Christopher Hampton y Don Black, los mismos que escribieron “Sunset Boulevard” de Lloyd Webber.
Varios periodistas e invitados especiales pudieron conocer un poco del nuevo espectáculo en una función especial en un bar de desnudistas convertido en club nocturno en el alguna vez sórdido barrio de Soho.
El elenco, que incluye al veterano del teatro londinense Alexander Hanson en el papel de Ward y a Charlotte Spencer, de 21 años, en el papel de Keeler, interpretó varias canciones, incluyendo la que abre el espectáculo, “Human Sacrifice”, en la que el denigrado Ward queda relegado a un espacio entre “Hitler y el asesino de Acid Bath”, un asesino en serie de la década de 1940 en Inglaterra.
También presentaron una oda atrevida a las nuevas libertades sexuales, con un título tomado de un slogan político de la época: “Nunca tuvo algo tan bueno”, cuya siguiente estrofa dice, “nunca lo tuvo tan seguido”.
Otras letras aluden descaradamente a nalgadas y “felices tríos en Belgravia”, y a rimas con “portarse mal”.
Ward fue condenado, pero Profumo pudo renunciar y pasar el resto de su vida haciendo trabajo de beneficencia, antes de morir en el 2006. Las dos principales mujeres involucradas, Keeler y su amiga Mandy Rice-Davies, siguen siendo famosas por lo ocurrido hace 50 años.
Keeler no se ha involucrado en la producción, pero Rice-Davies, quien entonces era una bailarina nudista y ahora es una elegante mujer de casi 70 años, ha ayudado con el contexto y la investigación.
Rice-Davies dijo que tuvo reservas a la hora de rebuscar en el pasado, pero que confió en Lloyd Webber “porque pensé que actuaría como un testigo honesto”.
“Quería una historia de Stephen Ward que pudiera llenar el hueco entre el mito y el hombre”, dijo.
“Stephen era un hombre raro”, agregó. “Definitivamente era parte del movimiento de vanguardia por el amor libre y el sexo libre, y como cualquiera en la vanguardia fue el primero en caer”.
Rice-Davies dijo que la imagen de la década de 1960 como una época llena de sexo es exagerada. Todo es mucho más permisivo ahora.
“En ese entonces había chicas buenas y chicas malas”, dijo. “Las chicas buenas no tenían nada de sexo y las malas un poquito”.
Lloyd Webber prepara musical sobre escándalo sexual
¿De qué se trata el próximo musical de Andrew Lloyd Webber? Sexo, y también un poco de política, espionaje, revolución social y la Guerra Fría.