Luego de 10 días que Topos Michoacán estuvieron en Guerrero, se mostraron sorprendidos por lo ocurrido en esa población de México, afirman que son cientos de personas que quedaron sepultadas en La Pintada, de Guerrero.
Tres de los elementos michoacanos de esta corporación, describieron sus experiencias que vivieron en tan solo 10 días en La Pintada en Atoyac de Álvarez, Guerrero.
El comandante de Topos Michoacán, Seuz Rueda Ríos, dijo que ha sido una de las experiencias más fuertes que ha tenido, han acudido a otros países víctimas de desastres, como Centroamérica, donde un terremoto sepultó a varias personas, pero ahora, “vivirlo en tu propia tierra, es algo muy difícil de superar”.
Reconoce que la falta de maquinaria para remover la tierra era necesaria, son decenas, de cadáveres y sólo rescataron a seis, la magnitud del desastre es grande”, dijo.
Dijo que es el único grupo de rescatistas que estuvo presente en La Pintada, ya que sólo ellos, militares y marinos fueron los únicos que estuvieron en el lugar trabajando para el rescate de cadáveres.
“La Pintada, pudiera ser declarada como un camposanto, por tanto cadáver sepultado que hay, de los cuerpos que rescatamos al final se hicieron fosas para enterrarlos, no hay quien pueda sacarlos del lugar, sólo algunos familiares, pero a dónde los llevan”, se auto preguntó.
La situación más difícil como rescatista fue el escuchar a las personas que le pedían que rescatar el cadáver de algún familiar, “ver su caras de desesperación y saber que no puedes hacer algo por ellos, no hay maquinaria, a mano no se puede, sigue habiendo derrumbes en los cerros”.
“El gobierno debe entrarle a trabajar con toda la maquinaria necesaria para reconstruir los lugares, aunque primero se deben sacar muchos cadáveres sepultados”.
Tras estos 10 días, dijo tener una satisfacción, “haber puesto mi granito de arena en ayudar a tanta gente, ojalá hubiera podido hacer más, pero no se puede por tanta necesidad que hay, además de que como topos, vamos con recursos propios a dar lo mejor de nosotros mismos”.
Al final, dijo que luego de 10 días, llegan cansados de las labores que realizaron a favor de la gente de Guerrero, “tenemos 10 días sin bañarnos, comemos los necesario, pero lo hacemos con gusto de poder servir”, dijo.
Otro de los topos Michoacán, que regreso del Estado de Guerrero, fue Gibran Lara Núñez, originario del municipio de Jacona, Michoacán.
Dijo que su experiencia fue angustiante, por ver a tanta gente buscando a sus familiares, “la mayoría sepultados por los cerros”.
Dijo que es su primera experiencia como topos, aunque ya tiene 3 años en la corporación, ahora es el primer desastre natural al que acude, “no me asusta está situación, pero es muy difícil como experiencia”.
Señala que nació para ayudar y por eso, a pesar de lo complicado, seguirá ayudando a la gente que lo requiera, una situación difícil que vivió, fue estar fuera de casa y no ver a su familia, sobre todo, porque veía el dolor en los rostros de la gente que perdió a algún familiar, “sobre todo, porque nunca los van a poder recuperar, por estar sepultados bajo tanta tierra”.
Reconoce, que se quedó con las ganas de seguir ayudando a la gente, “de llevar una esperanza para la gente de Guerrero, seguir trabajando para lograr que recuperen a sus familiares, de ser necesario, regresaría a esa zona de La Pintada”, dijo.
El tercero de los topos que regresó y tal vez el más joven del grupo, con tan solo 16 años, Ángel Usiel Soria, dijo que en estas situaciones es cuando se reafirma si tiene espíritu de servicio como voluntario.
Reconoce que para todos los que viajaron, una etapa difícil fue estar fuera de casa y tan lejos, pero sobre todo estar incomunicado con el resto del mundo, “porque existe la posibilidad de morir, porque estas entre 4 cerros, en las noches sólo se escucha el tronido de los cerros, se abren grietas y hay derrumbes, no sabes en qué momento ocurre algo cerca de ti y pierdes la vida, simplemente desapareces”.
Dijo una frase que aprendió de su maestro, “hay que aceptar la muerte y renunciar a la vida”, es su primera experiencia como topo, pero reconoce que no renuncia a esta actividad para seguir ayudando en desastres.
Luego de una pequeña entrevista en la central de autobuses a su llegada a la ciudad, cada uno de los topos Michoacán, dos de ellos abordaron otro autobús para seguir a su domicilio, mientras que el comandante Seuz Rueda, se fue acompañado de su familia, para tomar un baño y alimento empezar a recuperar energías, y para, de ser necesario volver a la Pintada, Guerrero.
AL DETALLE
• 3 Topos michoacanos viajaron a La Pintada, en Guerrero, para ayudar en las labores de rescate.
• 6 cadáveres fueron rescatados por los los michoacanos
• 10 días estuvieron ayudando en las labores.
• Con estas acciones reafirman su vocación de servició.