El Vaticano dio otro paso para ser financieramente más transparente al publicar el martes por primera vez un informe anual sobre el banco de la Santa Sede. Al mismo tiempo que los investigadores italianos examinan el presunto lavado de dinero en esa institución, un monseñor sigue detenido y el Papa indaga los problemas causantes de esos escándalos.
Los beneficios netos del banco, llamado Instituto de Obras Religiosas, se multiplicaron con creces a 86,6 millones de euros (116,95 millones de dólares) en el 2012, dijo el informe. Más de 50 millones de euros de esa cifra fueron entregados al Papa para sus obras de caridad.
La mejora en las ganancias fue debida a los beneficios de las acciones propiedad del banco y que vendió — los beneficios netos por contratación subieron a 51,1 millones d euros frente a una pérdida de 38,2 millones de euros en el 2011.
La situación quizá no sea tan prometedora en el 2013, con el encarecimiento de los intereses que reducirán los beneficios y los millones de euros enmarcados para el proceso de transparencia del banco vaticano, que ha tenido que contratar asesores legales, financieros y de comunicaciones independientes, revisar sus clientes y rehacer su imagen.
“En general, creemos que el 2013 estará jalonado por gastos extraordinarios y procesos de reparación, y los efectos del aumento de las tasas de interés”, dijo el presidente del banco Ernst von Freyberg en una declaración.
Agregó que la publicación del informe demuestra el compromiso del banco de dar transparencia a sus actividades.
Además de las ganancias, el informe de 100 páginas publicado el martes indicó que en el 2012, el IOR tenía 41,3 millones de euros en oro, metales preciosos y monedas, poseía una empresa de bienes raíces y recibió dos propiedades valoradas en 1,9 millones de euros. Ganó además unos 25,8 millones de euros de créditos en el 2012.
El Vaticano ha insistido desde hace tiempo que el IOR no es un banco sino una institución financiera singular destinada a regentar los bienes de obras religiosas o de caridad, una distinción que presumiblemente ayudó a evitar las regulaciones bancarias. Con todo, en el pasado el IOR ha demostrado actuar como un banco, brindando servicios de gerencia de activos a sus clientes, ganando unos 12,2 millones de euros en regañías y comisiones con esos servicios en el 2012 y otorgando créditos.
El Vaticano está a punto de iniciar una segunda ronda de exámenes internacionales del comité monetario del Consejo Europeo, Moneyval, que ayuda a los países a cumplir las normas internacionales para combatir el lavado de dinero y la financiación terrorista. El Vaticano superó el año pasado la inspección inaugural de Moneyval, pero los inspectores dieron al IOR y el organismo supervisor de finanzas del Vaticano una calificación deficiente por carencia de controles suficientes para asegurar que sus clientes y activos eran limpios.
El informe fue difundido mientras la fiscalía romana investiga al contador del Vaticano, monseñor Nunzio Scarano, detenido en una presunta conjura para traer 20 millones de euros a Italia desde Suiza sin declararlos en la aduana. Scarano es además investigado en Salerno por lavar presuntamente dinero con su cuenta en el IOR. Su abogado ha insistido que el dinero era limpio y que sólo intentaba ayudar a unos amigos.
Mientras tanto, los ex directivos del IOR, Paolo Cipriani y Massimo Tulli, son investigados por la fiscalía romana por haber violado presuntamente las normas italianas sobre lavado de dinero. La policía fiscal de Roma inició una investigación en el 2010, confiscando 23 millones de euros (30 millones de dólares) de una cuenta vaticana en un banco italiano tras determinar que el IOR no facilitó suficiente información sobre la transacción. El Vaticano dijo que fue un malentendido y a la postre el dinero fue devuelto.
Cipriani y Tulli dimitieron en julio.
Al mismo tiempo, el papa Francisco creó una comisión investigadora sobre el IOR para examinar todos los aspectos de sus operaciones y llegar al fondo de los escándalos. La comisión tiene gran autoridad para obtener documentos, información y estadísticas, incluso por encimas de las normas tradicionales del secreto bancario. Francisco designó un enviado especial en el banco para estar al tanto de todas sus actividades.
El banco vaticano fue fundado en 1942 por el papa Pío XII. Emplea a 114 personas, regenta el sistema de pensiones del Vaticano y supervisa unos 6.300 millones de dólares en activos de sus clientes, que han sido reducidos de los 21.000 en el 2011 y 18.900 el año pasado, cerrando mayormente las cuentas inactivas. Entre su clientela figuran las órdenes religiosas; oficinas de Vaticano, embajadas y empleados; cardenales, obispos y sacerdotes así como las embajadas acreditadas en la Santa Sede.
Informe en: www.ior.va
Banco de Santa Sede busca transparencia
El Vaticano publicó por primera vez un informe anual sobre el banco vaticano.