La población mexicana está envejeciendo a un ritmo más acelerado que el desarrollo del País y sin mejorar los niveles de salud, advirtieron especialistas.
Al presentar el Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México (Enasem), el director del Instituto Nacional de Geriatría, Luis Miguel Gutiérrez, destacó que en menos de 50 años se ha duplicado la esperanza de vida al nacer, pero con un rezago, y cada vez mayor, de la llamada esperanza de vida saludable.
“La esperanza de vida en salud no ha crecido a la misma velocidad que la esperanza de vida y, de hecho, a partir de la información de la que disponemos en la actualidad podemos anticipar que inclusive esa brecha se sigue ensanchando en los próximos, fácilmente, 30 años”.
Gutiérrez consideró que en el País se ha ido visibilizando cada más el tema del envejecimiento y de la necesidad de atenderlo con políticas públicas integrales, pero falta construir un amplio sistema social.
Aunque ya se puso la primera piedra con las “micropensiones” universales que han sido propuestas por el Ejecutivo, dijo, falta un enfoque preventivo.
Y es que, agregó, de los 10 millones de adultos mayores que hay actualmente en México, una cuarta parte tiene alguna discapacidad y dos tercios ya tienen una afección clínica manifiesta, y del total del peso de la enfermedad en los mexicanos, el 25% lo constituyen personas mayores.
“El costo de la dependencia -para todas las edades de la vida, pero la mitad de esa población dependiente son adultos mayores- es casi igual al costo global de la atención hospitalaria.
“Estamos viendo un envejecimiento acelerado y bajo un régimen muy especial, el de un País en desarrollo.
“Entonces este envejecimiento se dice que es prematuro porque va antes de que se desarrolle el País”, señaló.

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