Silvio Berlusconi dio un brusco giro de 180 grados el miércoles y brindó su respaldo a un voto de confianza al gobierno del primer ministro Enrico Letta, reconociendo su derrota en el Senado después que las divisiones de su partido le restaron la base que necesitaba para derribar a la coalición.
El ex premier, que ocupó el cargo en tres ocasiones, dio un inesperado discurso después que Letta hizo un pedido vehemente para que le permitan mantener viva su coalición de izquierda-derecha creada hace cinco meses.
En breves declaraciones antes del voto de confianza, Berlusconi dijo que “Italia necesita un gobierno capaz de producir las reformas estructurales e institucionales necesarias para modernizar el país. Hemos resuelto, no sin conflicto interno, votar por la confianza”.
A continuación, el Senado votó para darle respaldo a Letta por 235-70 con 14 abstenciones y una ausencia.
El resultado de la votación estaba cantado desde el momento que Berlusconi reconoció su derrota y dijo que apoyaría al gobierno después que las deserciones en su partido le quitaron el respaldo necesario para provocar la caída del gobierno.
Fue un revés enorme para Berlusconi, quien durante el fin de semana había exigido que los cinco miembros del gabinete de su partido renunciaran para derribar al gobierno, indignado porque se había previsto para el viernes una votación en el Senado que podría despojarlo de su banca tras haber sido condenado por fraude fiscal a una pena de cuatro años de prisión.
Pero en un sorprendente desafío a la autoridad de Berlusconi, varios de sus aliados dijeron que respaldarían la heterogénea coalición de derecha-izquierda de Letta. El estado financiero de Italia es grave, importantes medidas económicas deben ser aprobadas y el presidente italiano ha insistido que se apruebe una nueva ley electoral a fin de evitar resultados inconclusos en cualquier futura elección general.
Este alarde inusual de rebeldía podría reflejar que la influencia de Berlusconi ha sido socavada seriamente después de dos décadas de dirigir la centroderecha nacional y de ser el principal protagonista de la escena política en Italia. Algunos comentaristas han comparado la conducta errática de Berlusconi y su aparente reacción contraproducente al desafío de sus correligionarios con los chispazos intermitentes de una vela a punto de extinguirse.
Berlusconi ha sobrevivido numerosos reveses políticos en el pasado, sólo para volver a emerger más fuerte. Sin embargo por primera vez, Berlusconi ahora tiene una sentencia contraria en un tribunal y la posibilidad real de que se le prohíba ocupar un puesto público.
El partido de Berlusconi ha quedado dividido desde que la Corte Suprema de Italia ratificó su condena por fraude tributario y de su condena en agosto. Pero se hundió en el caos después que varios legisladores y su más estrecho aliado y heredero político Angelino Alfano le retaron abiertamente y dijeron que respaldarían a Letta.
Alfano ha ocupado el cargo como viceprimer ministro de Letta en su gobierno heterogéneo y con toda claridad cree que se ha logrado un buen acuerdo del programa partidario de Berlusconi.
Gobierno italiano gana voto de confianza
Berlusconi dio giro de 180 grados y brindó su respaldo al gobierno del primer ministro Enrico Letta, reconociendo su derrota en el Senado.