“Esto no es un maldito juego”, sentenció ayer con gesto de ira John Boehner, el presidente de la Cámara de Representantes y máxima autoridad republicana en el Capitolio, para desmentir rumores de que estaba considerando ceder y darle a la Casa Blanca el presupuesto que reclama.
Lejos de eso, miembros de la oposición aseguraron que su líder les comunicó que esto es “una batalla épica” en la que “no habrá marcha atrás”.
Todo sigue igual en Washington, quizá algo peor. En el Congreso no hay movimiento. Lo que se observa, si acaso, es un mayor distanciamiento.
Al cumplirse ayer el cuarto día del cierre de la Administración federal, la inactividad en la capital del País es aún más visible.
Los pequeños negocios empiezan a resentirse. La ciudad ofrece un deprimente aspecto de desolación.
Barack Obama salió ayer a pasear un rato por el Centro y comer un sándwich para tratar de compensar ese vacío. Aprovechó para decir que no va a negociar “con una pistola apuntando a la sien del pueblo norteamericano”.
Los republicanos insisten en que hay que sentarse a hablar. Los demócratas y Obama les contestan que lo harán sólo cuando aprueben la extensión presupuestaria que tienen bloqueada.
Los republicanos confían en que el público castigará esa resistencia al diálogo y les obligará a hacer concesiones.
Los demócratas creen que los ciudadanos culpan al otro bando por esta crisis y es sólo cuestión de esperar a que esa presión se les haga irresistible.
Mientras tanto, el daño económico se hace más evidente, sobre todo para las personas que han sido cesadas en sus trabajos, los bonos del Tesoro se empiezan a resentir en el mercado, las dudas sobre la solvencia política de EU se acrecientan y el riesgo, que hasta ahora parecía menor, de una suspensión de pagos empieza a hacerse más real.
Ya se sabe que, en todas las negociaciones, hay que esperar a que las cosas se pongan muy mal para que empiecen a ponerse bien.
Cada bando explota al máximo las debilidades del contrario antes de hacer las primeras concesiones. Podría ocurrir también en este caso.
Pero Boehner insiste en que esta crisis no se va a resolver si Obama no cede, aunque sea un poco, con esa reforma.
“Le recordé al Presidente la otra noche -estuvieron reunidos en la Casa Blanca el miércoles- que el es famoso por decir que, en toda negociación, nadie consigue el 100%. Pues bien, no lo va a conseguir tampoco esta vez”, advirtió.

Frenan caso ‘Rápido y Furioso’

El proceso judicial en torno a unos documentos del Gobierno sobre la operación “Rápido y Furioso”, en que se trató de investigar el origen de armas de narcocárteles mexicanos, tendrá que ser suspendido debido al cierre parcial del Gobierno.

La jueza federal de distrito Amy Berman Jackson, aprobó la solicitud del Departamento de Justicia de suspender el proceso.
La Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes había demandado al secretario de Justicia Eric Holder, exigiendo que entregue ciertos documentos relacionados con “Rápido y Furioso”. La comisión se quejó de la suspensión, afirmando que ya ha estado esperando dos años por los documentos.
Pero la jueza determinó que, si bien la mayoría de la gente no tiene poder de decidir sobre las demoras en sus procesos judiciales, “ello no se aplica a la Cámara de Representantes, que desempeñó un papel en el cierre parcial del Gobierno” que suscitó el pedido del Departamento de Justicia

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