La Arquidiócesis de León proyecta construir una casa hogar para sacerdotes enfermos o ancianitos.
Monseñor Alfonso Cortés Contreras ha mostrado su preocupación por el futuro de los sacerdotes que han entregado su vida a su ministerio sacerdotal y no tienen un lugar dónde pasar sus últimos días.
“Generalmente se acude a casa de algunos sacerdotes hermanos que los reciben, o con algunos familiares, o donde ellos pueden”, dijo el Arzobispo.
La falta de sacerdotes en la Diócesis, agregó, ha orillado a que muchos de ellos hasta con más de 90 años, sigan prestando sus servicios.
El Arzobispo Metropolitano precisó que hay 285 sacerdotes diocesanos, más los sacerdotes de congregaciones religiosas para sumar cerca de 300.
Se estima que al menos 30 ya son ancianitos.
“Son sacerdotes que se retiran. Que se jubilan o dejan ya su trabajo o alguna responsabilidad… no tenemos a dónde llevarlos.
“Tengo en mente con el favor de Dios y la ayuda de la comunidad tener un lugar donde puedan vivir en su ancianidad, donde vivan dignamente, de una forma sencilla, normal, que vivan bien”, añadió Monseñor.
Hay sacerdotes en condiciones de salud muy delicadas.
“Hay unos muy enfermos. Sacerdotes ancianitos que han perdido la vista, otros que ya no pueden moverse. Hay no menos de 20 ó 23”.
Es por ello que tiene la inquietud de llevar a cabo un proyecto de una casa hogar, como las que ya existen en otras ciudades como Guadalajara, por citar un ejemplo, donde se da asistencia a los sacerdotes que ya no pueden prestar sus servicios, “para que tengan un lugar dónde vivir dignamente”.
Sin embargo, aún no se tiene proyectado dónde se podría construir.
El vocero de la Diócesis de León, el Padre José de Jesús Ibarra Andrade, señaló que el proyecto de una casa de asistencia para sacerdotes mayores es una prioridad del Arzobispo.
“Hay muchos sacerdotes que están enfermos. Anualmente se hace una colecta anual en las 125 parroquias de la Diócesis y templos para recabar fondos para darles apoyo, pero sí se requiere de una casa para darles una mayor atención”, subrayó.
Manifestó que desde que llegó, el Arzobispo Alfonso Cortés hizo un recorrido por las parroquias de la Arquidiócesis y se dio cuenta de que había muchos sacerdotes enfermos y ancianitos.
El vocero destacó que a los 75 años los sacerdotes deben renunciar a su cargo, sin embargo, se les comisiona en alguna capilla o templo para que sigan apoyando de acuerdo a sus posibilidades.
“Ya no tienen ninguna responsabilidad administrativa o pastoral. Cuando presentan su renuncia el Arzobispo decide si la acepta o no, pero por lo regular duran algunos años más prestando sus servicios aprovechando su experiencia y sabiduría”, dijo el Padre Jesús Ibarra.
Hay casos como el del Padre Magdaleno Olvera Salazar, quien con 95 años (nació el 22 de julio de 1918 en San Felipe), presta servicio en el templo Expiatorio.
O el del Padre Ramón Esparza Salas, que con 80 años (9 de noviembre de 1933) ejerce su ministerio en la parroquia de la Santísima Trinidad como administrador.
70 años de servir a Dios
Después de 70 años de servir a Dios y a la Iglesia, Monseñor Magdaleno Olvera Salazar celebrará el don del sacerdocio recibido en su juventud.
Para conmemorar este aniversario fueron convocados los fieles del templo Expiatorio, de donde es rector, y los miembros de sus apostolados.
El Padre Magdaleno nació el 22 de julio de 1918 en San Felipe.
Sus padres fueron Candelario Olvera y Albina Salazar; fue el menor de seis hermanos e ingresó al Seminario de León el 12 de marzo de 1934.
En septiembre de 1940 fue enviado al Seminario de Moctezuma, Nuevo México, debido a los peligros de la Guerra Cristera.
Allí recibió todas las órdenes menores, el subdiaconado y el diaconado, hasta recibir el 10 de octubre de 1943 la ordenación como presbítero por la imposición de manos del Sr. Arzobispo de Santa Fe, Nuevo México, Edwin Vincent Byrne, y regresó a México en 1944.
Hoy los grupos apostólicos le harán un reconocimiento, y el día 10, el jueves, aniversario de su ordenación sacerdotal, el padre Magdaleno Olvera celebrará una misa de acción de gracias a las 11 de la mañana en el templo Expiatorio, acompañado de su feligresía.
Fallecen este año cinco sacerdotes
Este año han fallecido cinco sacerdotes.
En 2012 murió uno de los más longevos de la Diócesis: el Padre Pedro Gutiérrez Martínez, que tenía 100 años de edad y estaba asignado al templo de la Santa Fe, muy cerca de los pozos del fraile, en la colonia Industrial.
En enero sus familiares, con los que vivía, le festejaron sus Bodas de Diamante sacerdotales.
“Muy pocas veces constatamos que matrimonios y, en este caso sacerdotes, lleguen a 75 años de vida en el sacramento. Decir 75 años de vida sacerdotal se puede decir y leer fácil, pero son décadas de entrega, sacrificio, esfuerzo y servicio a favor de la comunidad”, señaló el Padre José de Jesús Ibarra en el diario Gaudium.
Los fieles católicos lo recuerdan como un sacerdote generoso y entregado a su ministerio sacerdotal hasta el final de su vida.
El 3 de julio de 2012 también falleció el padre José González Cardoso, de 81 años.
Durante años fue el responsable de la parroquia del Sagrario y los últimos años de su vida estuvo en la parroquia de San Miguel. (