“La victoria alimenta el alma de los chavos, pero hay que pensar en lo que sigue”, argumenta el coach lechuguero, Tomás Canizales, luego del golpe anímico que generó su quinteta tras derrotar el jueves pasado a los Halcones Rojos de Veracruz.
Canizalez es ecuánime en la victoria, sabe que su equipo se sigue conjuntando, pero no hay tiempo de relajarse cuando de frente se tiene a los otros Halcones, los de Xalapa que representan un “coco” para los propios leoneses que hoy en día han presentado una mejoría visible en su accionar dentro de la cancha.
“También hay que pensar en lo que sigue. Hay que hacerlo con calma, partido a partido, para nosotros han sido finales. Estamos pensando en mostrar un equipo diferente al que se veía al principio, para toda esta gente que viene a apoyarnos incondicionalmente”, dice el coach leonés.
Hoy el reto no es fácil, pues Xalapa viene creciendo en la temporada donde aún tiene cuatro partidos pendientes, pero las “lechugas” han aprendido a creer en sus habilidades, a mostrar ambición y formar carácter.
Xalapa no viene en su mejor versión, pues tan sólo ha conseguido una victoria en sus cuatro visitas, además suele sufrir a la defensiva debido a que aún no encuentran la llave del acoplamiento, sin embargo, la peligrosidad radia en su ofensiva encabezada por Jovan Harris y Orlando Méndez que junto a sus compañeros de equipo promedian 85 puntos por partido.
Los propios veracruzanos vienen de perder ante Panteras de Aguascalientes debido a severas desconcentraciones en el último cuarto, donde fueron borrados de la cancha.
Mientras que los Lechugueros terminaron por ahuyentar en el juego pasado sus fantasmas en el cierre del juego, pues en ese lapso generalmente perdían la diferencia conseguida en gran parte del juego.
La batalla por conseguir la victoria está más que condimentada, con los ingredientes de dar la constancia a Lechugueros o mostrar la irregularidad de un campeonato de altibajos, donde sólo Abejas de Guanajuato ha mostrado mayor entereza.
Cazadores de aves
Esta noche se verá la realidad de Lechugueros ante el eterno protagonista Xalapa; se encumbran o se hunden