Viajar en bicicleta por las ciclovías de León es peligroso.
Y es que la red de 100 kilómetros está llena de obstáculos y agujeros que pueden provocar accidentes.
Además, hay múltiples cruceros sin semáforos para los ciclistas, por lo que éstos deben continuar su trayecto cruzando entre vehículos, con el riesgo de ser arrollados.
Un amplio tramo de la ciclovía del bulevar Alonso de Torres es utilizada como zona peatonal e incluso como pista para trotar y hacer ejercicio, lo que representa otro riesgo de accidente o atropellamiento.
Durante dos días, un reportero de AM recorrió toda la red de ciclovías en bici y constató los riesgos a los que se enfrentan los ciclistas.
De acuerdo con un informe de la Dirección de Movilidad, el número de ciclistas se ha incrementado en años recientes, y actualmente estiman que se realizan de 120 mil a 125 mil viajes diarios en bicicleta.
Trazos cortos
En el recorrido se observó que la tendencia del Municipio es trazar espacios cortos y reducidos para los ciclistas, lo que provoca que su rodar se vuelva peligroso.
Hay tramos angostos donde la circulación es en doble sentido y además es usado como paso peatonal, lo que puede provocar choques.
En la ciclovía que está sobre el bulevar La Luz abundan los baches que entorpecen la circulación de las bicis.
En el cruce con la calle Chichimecas hay un bache de gran tamaño y a la altura del cruce con el bulevar Jorge Vértiz hay un registro de luz sin tapa.
Un tramo de ciclovía de unos 850 metros está sin construir.
La ciclovía de Paseo de Jerez tiene cuatro cruces de peligro, en donde las señalizaciones para conductores y ciclistas son escasas.
En Torres Landa, la ciclovía es muy deficiente y peligrosa, llena de baches, grietas y tramos de terracería. Tan sólo en el tramo que va de Paseo de Jerez a las instalaciones de SAPAL, hay 6 estaciones del Optibus que se han convertido en un obstáculo.
El cruce del bulevar Hermanos Aldama es muy peligroso para los ciclistas, porque cruzan vehículos a toda velocidad en ambos sentidos.
En todo Torres Landa los peatones invaden la ciclovía, lo que dificulta y hace peligrosa la circulación de las bicis.
En el cruce con el bulevar Miguel de Cervantes inicia otra ciclovía que va hasta San Juan Bosco. Algunos tramos de esa vía sólo están marcados con boyas. En ocasiones los vehículos invaden el espacio exclusivo de ciclistas.
También en esta ciclovía hay peligrosos baches y registros de luz abiertos, que pueden provocar la caída de los ciclistas.
Sobre la ciclovía que corresponde al bulevar Alonso de Torres, unas piedras bloquean el paso.
Casi frente a Plaza Mayor hay una ciclovía trazada sobre la banqueta. Los ciclistas deben circular entre peatones y pasar por en medio de postes, dos paraderos de camión y debajo de árboles.
En ese mismo tramo los ciclistas deben cruzar por el acceso de una gasolinera, burlando los automóviles que entran y salen.
Peligran en ciclovías
La red de 100 kilómetros de ciclovías está llena de obstáculos: baches, registros sin tapa, varillas, entre otros. Lea el reportaje completo hoy sábad