Extraños acontecimientos parecen ocurrir en la Ex Hacienda de San Nicolás, atribuidos a almas en pena. Son historias que erizan los vellos del cuerpo.
De acuerdo a testimonios, las apariciones parecen estar relacionadas con los sucesos revolucionarios que ahí ocurrieron, por los que mucha sangre fue derramada.
Hace casi cien años al sur de la ciudad se desarrollaron eventos de gran dolor, pérdida y sufrimiento, y desde esa época hasta entonces, los moradores de las colonias que se asientan en aquellos que fueron terrenos “de guerra” cuentan las leyendas e historias que tuvieron como escenario esa parte de nuestra ciudad.
Doña Aurora, quien actualmente tiene 69 años y que fue parte de la servidumbre de los dueños de la Hacienda de San Nicolás en su infancia, habla de los sustos a los que fue expuesta ella, sus padres y sus abuelos, quienes eran parte del equipo de trabajo que mantenía esa antigua hacienda en condiciones habitables.
“Mi papá cómo sufrió de esos espantos; a él, me acuerdo cuando estaba yo chiquita, lo asustaba un jinete montado sobre un caballo negro y con la cara tapada. Siempre en las noches alrededor de las 2 ó 3 de la mañana los perros y los animales que estaban en algunos establos se empezaban a inquietar, se escuchaba el galope, pero cuando queríamos asomarnos, no se veía nada. A ese (jinete) mi papá fue el único que lo vio, pero para mí era la cosa mala, del susto casi llegó desmayándose a la casa”, recordó la señora.
AM habló también con el encargado actual de la ex hacienda y nos dejó adentrarnos en el fondo de esos históricos muros.
Puertas de madera visiblemente desgastadas por el paso del tiempo, un silencio que rompe sólo el paso de los coches en el exterior y el sonido del viento entre las ramas de los viejos árboles, son algunos aspectos que se pueden observar a simple vista; lo demás, lo relató el encargado.
“Aquí mucha gente de la que ha rentado el lugar para hacer fiestas dicen que han visto gente como de otras épocas, gente que camina y que se ve a lo lejos en fracciones de segundo, bultos blancos, llantos y lamentos que hacen eco en las paredes, pero a mí lo único que sí me ha pasado es que escucho ruidos, que busco el origen pero nunca los encuentro.
“La verdad no presto atención y no creo mucho en eso, lo que pasó ya pasó y los que se fueron, ya no están; quién sabe si en realidad sean almas en pena”, dijo el encargado.
Un aire extraño es el se respira en el lugar y ante las historias de la gente uno se siente observado.
Llega vibra a vecinos
Vecinos del fraccionamiento Quinta Arboledas, ubicado a un costado de la Ex Hacienda de San Nicolás, relataron haber sido testigos de estos acontecimientos e incluso en la actualidad vivir sucesos extraños.
“Un día de la Semana Santa amaneció todo normal, bajé al comedor y me fijé que un cuadro que tengo del rostro de Cristo y un rosario enorme que tenía colgado en la pared se desprendieron y estaban tirados en el suelo; la verdad no le di mayor importancia pero pasaron los días y platicando con las vecinas, a todas se les desprendió un objeto religioso de la pared, mientras que otras cosas estaban intactas, cuadros diferentes”, dijo Magaly Martínez, quien afirma tener fantasmas viviendo con ella y su familia, en la misma casa.
Lo único que divide a este fraccionamiento de la ex hacienda son los muros de las casas, pero los sucesos siguen en toda la zona y además de las apariciones de personas de la época de la Revolución y de niños fantasmales, hay flamas de un fuego azul que podrían ser indicadores de que incluso -dicen- hay dinero enterrado.
“Hace mucho en una casa que nos encargaron unos vecinos, del patio salían flamas de lumbre, nos asustamos y llamamos a los bomberos, pero cuando entramos todo estaba en calma, eso fue un indicador contundente de que en todo el lugar pasan cosas extrañas; la verdad ya se me hace tan normal que ni siento miedo, aunque cauando vienen visitas me comentan de la vibra especial que dicen sentir”, agregó Magaly.
Actualmente vecinos de las colonias Monte Blanco, Arboledas, Lagos, e incluso de otras zonas más al sur que colindan con el eje Juan Pablo II, dicen que “La Llorona” y los galopes de caballos, quejidos y lamentos envuelven las noches de terror en algunos caminos y zonas aún no pobladas.
Mientras la batalla entre el bien y el mal continúa, estos relatos, historias y leyendas provocarán la curiosidad de los habitantes de lugares con historia como esta ex hacienda, cuyos muros siguen de pie.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *