Un vacío legal y diferencias políticas atizan la disputa por los cada vez más insuficientes recursos hídricos en la cuenca Lerma-Chapala.
Los gobiernos del Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Querétaro suscribieron en diciembre de 2004 un convenio de distribución de las aguas superficiales de la cuenca, que asigna volúmenes para distritos de riego, abasto urbano y presas hidroeléctricas.
Sin embargo, casi 9 años después sigue sin emitirse un reglamento que norme las asignaciones de líquido para los usuarios de cada entidad.
Luego de un litigio de años, el proyecto de la presa de Arcediano sobre el cauce del río Verde, en Jalisco, el cual abastecería a Guadalajara y León, fue prácticamente abandonado.
El de la presa El Zapotillo provocó un debate entre autoridades de Jalisco y Guanajuato por la altura de la cortina.
Mientras las primeras demandaron mantenerla en 80 metros, para reducir las zonas a inundar y los trasvases al estado vecino, las segundas se pronunciaron por elevarla a 105 para garantizar el abasto.
Los conflictos, advierten especialistas, se agudizarán en tanto no se reglamente el convenio de distribución.
Heliodoro Ochoa García, coordinador del Programa Ecología Política del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), subrayó que la cuenca enfrenta un problema estructural de insuficiencia de agua y competencia por el recurso.
“En Jalisco queremos ver un lago de Chapala lleno para el turismo, para la recreación, para el abastecimiento a Guadalajara. Para Guanajuato eso significa otra cosa. Ellos, cuando ven un año seco, tratan de garantizar sus necesidades de agua, y, el hecho de que se vean obligados a mandar agua a Chapala lo ven como desperdicio”, comentó en entrevista.
Para Salvador Peniche, investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara, el convenio dejó abiertos muchos temas en materia de responsabilidades en la administración del agua de la cuenca, en particular los relacionados con los distritos de riego.
Por intereses políticos, consideró, los gobernadores prefirieron “congelar la reglamentación”.
El Consejo de Cuenca Lerma-Chapala reconoce que el instrumento está todavía en revisión y no tiene fecha de publicación, pero rechaza que eso contribuya a un conflicto entre las entidades involucradas.
“Las decisiones sobre la distribución del agua, saneamiento, cultura del agua, en todos los aspectos, se toman de manera interinstitucional o dentro del Consejo”, dijo en entrevista Eugenio García Barajas, director de comunicación social del organismo.
Disputan agua cinco estados
A 9 años de la creación de un convenio de distribución del agua de la cuenca Lerma-Chapala no existen normas claras