República Dominicana deportó al menos a 244 haitianos después de que desconocidos asesinaron a una pareja de ancianos dominicanos cerca de la frontera con Haití, durante un posible robo, y una multitud enfurecida se vengó matando a un haitiano, dijeron el domingo dos defensores de los migrantes.
El padre Antoine Lissaint de la Organización Jesuita para los Refugiados y los Migrantes de Haití dijo a The Associated Press que una turba dominicana mató al hombre después de que la multitud culpó del apuñalamiento mortal de la pareja a personas de ascendencia haitiana.
José Méndez Díaz y Luja Encarnación Díaz, ambos de 70 años, fueron asesinados durante un aparente robo en su casa, en el que los presuntos asesinos se llevaron dos sacos de café, informó la policía dominicana en un comunicado. Los detectives hallaron un cuchillo y un palo en el lugar.
No hubo declaraciones por parte del gobierno dominicano.
Varios haitianos que han estado viviendo en la ciudad suroccidental dominicana de Neiba en los últimos años se refugiaron en una estación de policía por temor a represalias, dijo Lissaint. La policía entregó al grupo a los soldados dominicanos, quienes los llevaron a la frontera y allí los expulsaron a Haití el sábado.
Defensores de los migrantes dijeron que algunas de las personas expulsadas de República Dominicana estaban ansiosas de salir porque temían que hubiese más violencia de parte de turbas.
Haití y República Dominicana han tenido una relación históricamente conflictiva como vecinos de la isla caribeña de La Española, pero las relaciones entre los dos se volvieron especialmente tensas desde que un fallo judicial dominicano en septiembre amenazó con revocar la ciudadanía a las personas de ascendencia haitiana.
Jean-Baptiste Azolin, subcoordinador del Grupo de Apoyo a Repatriados y Refugiados, dijo que no todas las personas que fueron repatriadas fueron detenidos en la comisaría.
“Algunos de ellos fueron capturados en las calles, con sus hijos, y fueron enviados a Haití: así, sin nada”, dijo Azolin.
Trabajadores de la Dirección Nacional de Migración de Haití recibieron a los haitianos expulsados ??y otros de origen haitiano, muchos de ellos madres con sus hijos, entre ellos un niño de tres días de edad. Fueron llevados a un refugio al norte de la capital, Puerto Príncipe, donde recibieron alimentos.
También recibieron el equivalente de 22 dólares cada uno para ayudarles a volver a sus antiguos lugares de residencia en Haití.
“Algunas personas (aquí) tienen hijos en República Dominicana y no saben dónde están”, afirmó en español Fritz Jimani, una de las personas deportadas.
Entrevistado en el refugio, Azolin dijo que el número real de personas deportadas y que deseaban salir de República Dominicana por temor de más violencia colectiva podría ser mayor que los 244 informados inicialmente. Dijo que 252 personas llegaron al refugio diciendo que eran parte de los expulsados, pero hubo un informe de que un autobús dominicano llevaba 75 deportados más hacia la frontera.
El gobierno de Haití criticó la expulsión. Salim Succar, un asesor del primer ministro Laurent Lamothe, dijo en un correo electrónico el domingo: “Hemos tomado algunas medidas para acoger a estas personas y desaprobamos la forma en la que se hizo esta repatriación”.
Defensores de los derechos humanos dicen que el fallo dominicano podría privar de derechos a más de 200.000 personas, despojándolos de los documentos que necesitan para trabajar y asistir a la escuela y negarles los pasaportes necesarios para viajar al extranjero.
El gobierno dominicano anunció el viernes que ha desarrollado un plan para resolver la situación jurídica de las personas que podrían perder su ciudadanía debido a la decisión de la corte. Los detalles se darán a conocer una vez que el decreto esté firmado y entre en vigencia en los próximos días.

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