A la Virgen del Sagrado Corazón de María le faltaba un dedo. Los ángeles que la rodean tampoco estaban completos, tenían deditos quebrados y pedazos de la cara como la barbilla o la nariz desprendidos, su vestido deteriorado por el paso de más de 300 años.
En el Viacrucis del templo pasaba lo mismo, en estos cuadros al alto relieve los soldados romanos, Jesús o la Virgen estaban rotos, algunos no tenían la mano, parte de la cara o del cuerpo, en los marcos muchas partes faltaban y en otras no se veía ya la hoja de oro que lo decora.
Con una inversión de 2.5 millones de pesos, expertos en restauración atienden esos y otros detalles para dar una mejor vista al templo “Sagrado Corazón de María”, informó el director de Obras Públicas, Carlos Enrique Arteaga Tovar, quien aclaró que todos los trabajos son avalados y revisados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El templo es un tesoro para Celaya, pues al igual que su nombre se ubica en el corazón de la ciudad y posé más de 282 años de antigüedad.
“Esta es ya la tercera etapa de intervención en el templo y estamos haciendo una intervención al retablo principal, al Viacrucis y a las imágenes y esculturas de la Virgen, del Sagrado Corazón de Jesús y de San José”, explicó el especialista en restauración de monumentos y sitios históricos y encargado del proyecto Luis Israel Peña Sánchez.
Ahora cuando el inmueble ya ha sido estabilizado iniciaron una etapa más, la restauración.
Embellecen templo Corazón de María
El templo a la Virgen del Sagrado Corazón de María estuvo sólo durante 17 años ante el temor de que ocurriera un accidente porque los rosetones que están en las bóvedas eran de yeso. Fue hasta hace tres años cuando comenzó la primera parte de la restauración, pues el agua incluso en tiempo de lluvias se colaba a chorros.
Con una inversión de 2.5 millones de pesos, expertos en restauración atienden esos y otros detalles para dar una mejor vista al templo “Sagrado Corazón de María”.
“Al ser de yeso y entrarles la humedad perdieron su capacidad mecánica y se estaban cayendo a pedazos, el padre decidió cerrar el templo cuando un pedazo cayó y por poco mata a una persona, nosotros lo que hicimos fue retirar lo poco que quedaba del yeso y reintegrarlos con madera de cedro, igual se le dio el terminado que tenía con el dorado”, dijo el especialista en restauración de monumentos y sitios históricos y encargado del proyecto Luis Israel Peña Sánchez.
“Lo que se hizo fue consolidar las bóvedas, integrar aplanado y un rescate digital a manera de rompecabezas de los vestigios que había para recuperar el patrón completo y reproducirlo”.
Ahora cuando el inmueble ya ha sido estabilizado iniciaron una etapa más, la restauración de las imágenes y el retablo principal.
“Estamos trabajando en el retablo principal que está hecho a base de cedro rojo y como tal se están haciendo injertos en varias partes faltantes, se trajeron artesanos especialistas para que se realizaran las tallas y se integraran y posteriormente se procederá a integrar el oro en hoja que es de 23¾ kilates, es oro fino, ya tenemos un avance casi del 90%, nos falta la parte baja que es una integración más contemporánea, un poco más sencilla en cuanto a decoración pero ya vemos ahí que está la base de preparación que es todo lo que tenemos como fondo para recibir el oro también”.
“En cuanto a las tres esculturas, dos de ellas son españolas, que es la Virgen María y San José, y estas son posiblemente del Siglo XIX o inclusive del XVIII, es de madera estofada y también está dorada y se está interviniendo incluso es una restauración mayor”.
La restauración incluye las 14 estaciones del viacrucis que en algún momento estuvieron colocadas a lo largo de la nave, pero por el daño que tenían estaban guardadas en una bodega.
Los viacrucis son de principios del Siglo XX en material de yeso, los marcos de cedro rojo con hoja de oro.
El encargado del proyecto explicó que debieron traer técnicos en restauración de Irapuato para realizar los trabajos.
“Javier, el capitán del equipo, casi todos son familiares y están involucrados en los procesos. La intención es trabajar al 100% las esculturas, tenemos la de la Virgen, señor San José, y Sagrado Corazón, también se va a intervenir el Cristo, las esculturas ya están en proceso y hacer restauraciones donde haga falta”.
A la Virgen además de restaurarle su dedo le hicieron una limpieza mecánica y química y le harán la policromía en su vestido con hoja de oro.
Los trabajos incluye la restauración de una pequeña capilla que se encuentra dentro del templo.
“Se va a retirar el mármol porque los muros necesitan transpirar la humedad que recogen del subsuelo, las pinturas serán retiradas y entregadas al sacerdote para que ellos dispongan, verán si abajo existe un patrón de diseñó como el del templo, si es así se regresará ese patrón y la bóveda igual se van a hacer calas para ver si hay pintura mural y se repita el diseño. Son pinturas sobre tela que también serán retiradas colocadas en los 50’s”.
Será el 20 de diciembre cuando concluyan los trabajos.
Un templo con historia
El historiador Rafael Soldara compartió la relevancia del Corazón de María, un templo de 1731, con 282 años de historia.
“El propio Velasco y Mendoza relata en su ‘Historia de la Ciudad de Celaya’, que esta ciudad presentaba un situación floreciente en los primeros siglos de la Colonia, al extremo de que contaba con edificios civiles y religiosos que no desmerecían de otros localizados en las grandes poblaciones de la Nueva España”, expresó.
Dijo que los textos de Velasco y Mendoza señalan que poseía templos la ciudad, que si no los más grandes, eran de los más bellos en Nueva España importantes colegios, dos hospitales, servidos por religiosos, poseía instituciones de beneficencia, como el `Beaterio de Jesús Nazareno´, cuya iglesia (hoy del Corazón de María), y la casa anexa, hechas en 1731 para favorecer a las jóvenes carentes de recursos, instruyéndolas en las labores propias de su sexo y dándoles asilo permanente en el propio `Beaterio´, si su voluntad era la de permanecer célibes; según el informe de la Superiora en 1796, el cual dice:
Todo está escrito en el libro “Celaya. Su Centro Histórico publicado por José Antonio Martínez Álvarez.