HOY EN LA OLLA:
*Las preocupaciones de Botello Santibáñez
Bárbara Botello Santibáñez amanece hoy en Las Vegas.
Se nota que está preocupada por la violencia y asaltos que se registran en la ciudad.
También por los recientes ejecutados en Las Torres y Paseo del Moral, que otra vez puso en entredicho el actuar de la Policía Municipal y el de su secretario de Seguridad, el General Miguel Pizarro Arzate.
Ni qué decir del intenso cabildeo con los diputados panistas, con quienes se reunió la mañana del viernes en la ciudad de Guanajuato, en un primer intento por convencerlos para que le autoricen un crédito millonario para obras de la ciudad.
Tal vez por eso la Alcaldesa aprovechó el fin de semana con un respiro a su agitado trabajo, para darse una vueltecita por la famosa ciudad que nunca duerme, sede del juego y los buenos shows internacionales.
La Alcaldesa tenía previsto acudir al concierto del cantante canadiense Michael Bublé, quien anoche se presentó en el MGM Grand Garden Arena; escenario de grandes musicales, peleas de box y shows deportivos.
Los boletos para el concierto de Bublé se cotizaban en los 110 dólares, la zona más barata, en tanto que el costo de los boletos para la zona preferente es de 1,300 dólares.
Desconocemos a cuál zona acudió la Alcaldesa y sus acompañantes, así como en el hotel que se hospedó en Las Vegas, Nevada.
Pero lo interesante viene con la logística del periplo a esa zona desértica en el sur de Estados Unidos.
Testigos aseguran que el viernes, apenas concluyó su encerrona con un grupo de diputados panistas en la capital, Bárbara Botello ya no regresó a la ciudad. Se quedó en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato y que el viaje a Las Vegas lo hizo en un avión privado, de seis plazas.
Entre los 5 acompañantes de la señora Presidenta, anote a su hija Bárbara Durán Botello; junto con su tío Tomás Botello Santibáñez, presidente del Consejo del DIF municipal, quien habría viajado con su esposa; así como Silvia Calderón Gama, íntima amiga de Botello, quien también habría ido con su esposo.
La otra interrogante es quién es el dueño del avión que utilizó la señora Presidenta, familiares y amigos, y sobre todo, quién pagó el hospedaje y los boletos para concierto de Michael Bublé.
A decir de algunos testigos, y del propio equipo de Bárbara, el avión en el que viajó es propiedad de Arnulfo Padilla Padilla, uno de los capitanes del grupo zapatero 3 Hermanos, y amigo de la Alcaldesa. No que hay pasar por alto que antes de llegar a Palacio Municipal, Bárbara, a través de su despacho, atendió varios asuntos del empresario leonés.
Ojalá y el detalle del señor Arnulfo haya sido de manera desinteresada.
No podría ser de otra forma para la señora Botello. Sobre todo porque en los últimos días se dedicó a denunciar las presiones que reciben varios alcaldes del País, en una especie de tráfico de influencias para favorecer a empresas constructoras, de parte de algunos diputados federales del PAN, que encabeza el sanmiguelense Luis Alberto Villarreal García.
El viaje de Bárbara hace recordar aquel penoso vuelo -también a Las Vegas- que realizó el ex alcalde Ricardo Sheffield Padilla en el avión privado de Luis García Padilla.
Aunque siempre negó el viaje, el último Alcalde panista tuvo tratos con el empresario y dueño del avión, como una permuta de terrenos a través del Ayuntamiento.
Ahora que, no sería la primera vez que Bárbara Botello utiliza aviones privados. Años atrás, incluso antes de que fuera Alcaldesa y ocupara el primer despacho de Palacio Municipal, viajó en el avión privado de Valente Aguirre, así como en la de los italianos que comandan Novatec en México, por citar alguno de los vuelos en naves de empresarios con quienes mantiene buena relación.
Por lo pronto, esperamos que Bárbara Botello regrese de Las Vegas relajada y con nuevas ideas para afrontar el reto de la inseguridad que se vive en varias colonias de la ciudad.
También con una fórmula mágica para convencer a los diputados panistas sobre el crédito para su plan de obra pública, porque para lograr esos votos vaya que le falta todavía mucho, aunque en el Municipio andan muy optimistas de que la Unidad de Finanzas del Congreso del Estado les diga a sus diputados que la deuda es viable, y que con ese visto bueno se vean ‘presionados’ a apoyarla.
*Auditores que no auditan
El relevo en la Dirección del Órgano de Fiscalización Superior (OFS) del Congreso del Estado está en marcha. 30 están en la baraja para buscar el puesto del todavía hoy auditor Mauricio Romo Flores.
De acuerdo a la Ley de Fiscalización Superior del Estado de Guanajuato vigente desde 2003 el OFS es el órgano del Congreso del Estado que ejerce las funciones técnicas de fiscalización a los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial del Estado, a los ayuntamientos y toda entidad de la Administración pública estatal, municipal y organismos autónomos, así como a cualquier persona física o instancia que ejerza recursos públicos. Como lo ve el OFS debe (o debiera) de estar en todo.
Pero la relevancia del cargo se contradice con las disposiciones legales para aspirar a ejercerlo. Y basta con citar uno de los impedimentos legales que establece la legislación estatal para presidir el OFS. El artículo 54 de la Ley de Fiscalización Superior del Estado de Guanajuato fracción I, dice así:
“No haber sido durante los cinco años previos al de su nombramiento, titular de dependencias o entidades de la Administración pública estatal o municipal, senador, diputado federal o local, magistrado o consejero magistrado del Poder Judicial, magistrado del Tribunal Electoral del Estado o del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, integrante del Ayuntamiento o Gobernador del Estado”.
No obstante en el requisito siguiente se pide “contar al momento de su designación con una experiencia de al menos cinco años en el control, manejo y fiscalización de recursos públicos y/o privados”.
Entonces pues, por un lado se exige experiencia como fiscalizador y por el otro se le cierra la puerta a quienes hayan sido titulares de dependencias estatales o municipales en donde precisamente adquieren las tablas como auditores de la función pública, lo cual no es nada sencillo y ocupa de muchos años.
No se conocen del todo el perfil de los 35 suspirantes que se registraron para dirigir el OFS, pero sí de dos de los cinco que ya fueron descartados paradójicamente por haber sido titulares de entidades de fiscalización pública, como son los ex contralores de León y Celaya, José Cruz Hernández Moreno y Luis Eduardo Salazar.
La reforma a la Constitución Política Mexicana de 2008 establece en su artículo 116 fracción II que: “El titular de la entidad de fiscalización de las entidades federativas será electo por las dos terceras partes de los miembros presentes en las legislaturas locales, por periodos no menores a siete años y deberá contar con experiencia de cinco años en materia de control, auditoría financiera y de responsabilidades”.
Es decir que la Constitución Mexicana exige a los auditores la experiencia en materia de control, auditoría financiera y de responsabilidades, que precisamente quienes hayan laborado en entidades de fiscalización estatal o municipal son quienes pueden cumplir, pero la ley local ¡los descarta por eso!.
La Junta de Gobierno del Congreso local entrevistó ya a los primeros 10 aspirantes por espacio de 10 minutos cada uno, luego lo harán con otros dos grupos de 10 cada uno para definir una terna a más tardar el 10 de diciembre, y luego pasar al Pleno para votar por el mero mero auditor general.
Por cierto, entre los aspirantes al cargo aparecen tres profesionistas quienes actualmente realizan su maestría en la Universidad Meridiano (UM) y quienes reúnen los requisitos. Se trata de los contadores públicos Cornelio Rico Arvizu, de Guanajuato, labora como consultor en contabilidad gubernamental a nivel nacional con capacitaciones a otras auditorías estatales del País.
También está Martín Millán Soberanes, de Silao, labora como contralor del Poder Judicial del Estado de Guanajuato, así como Ana Luisa Ramírez Hernández, de León, se desempeña también como abogado.
Esperamos que sea una decisión razonada en base al perfil técnico de los aspirantes, y no dudamos que en los 30 haya perfiles interesantes, pero de que un impedimento legal ya dejó fuera de la carrera a dos de los más experimentados en auditorías públicas, eso es un hecho que haber sino pesa después. Y es que no se encuentran a la vuelta de la esquina los profesionales que sepan a fondo de esa chamba.
En el caso del contador José Cruz Hernández tiene una experiencia de 20 años en el tema y más de mil auditorías públicas y privadas en su haber, fue ex Contralor de León la pasada Administración municipal con una relación cordial, aunque en más de alguna ocasión complicada, con el ex alcalde panista Ricardo Sheffield Padilla. Actualmente colabora en la Administración municipal de León como director general de Gestión, Administración y Enlace Gubernamental de la Tesorería.
Cruz Hernández ya aspiraba al OFS desde la convocatoria anterior, en donde, aún con experiencia suficiente, no pudo registrarse por no tener los 35 años cumplidos que también exige la ley.
En el caso de Luis Eduardo Salazar, ex contralor de Celaya, se le recuerda también insistiendo a través de la Alianza de Contralores en incluir en la reforma a la Ley Orgánica Municipal el que las contralorías municipales tuvieran la facultad de sancionar directamente hasta ciertos niveles de la Administración, y no que toda sanción deban aprobarla los ayuntamientos. Aunque la iniciativa era interesante para evitar que muchas recomendaciones de sanción se politizaran, al final no pasó.
En los pasillos del Congreso ya suena que entre la baraja de aspirantes hay dos que pueden llegar a la recta final de la designación, se trata de Javier Pérez Salazar y Martín Pantoja Aguilar.
No se pone en cuestionamiento su trayectoria como profesionales, el primero abogado y maestro en Fiscal, ex Procurador Fiscal del Estado y actual Director de la Unidad de Finanzas del Congreso del Estado; y el segundo contador público con maestría en Administración, académico y ex Secretario Administrativo de la Universidad de Guanajuato (UG) en el periodo del ex rector Arturo Lara López.
Lo malo, es que la sombra que pesa sobre estos dos personajes es que a Pérez Salazar lo identifican con el respaldo del senador Fernando Torres Graciano, aliado del ex gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez; mientras que a Martín Pantoja lo vinculan con el otro senador panista Juan Carlos Romero Hicks, además de las dudas sobre su capacidad en lo fundamental: que es la auditoría gubernamental.
La primera pregunta que los diputados deberían hacer a los aspirantes a titular del OFS, es la de ¿cuántas auditorías públicas y privadas han realizado?, y con eso varios se irían de espaldas.
Hay otros perfiles que sí tienen una experiencia probada en materia de auditoría pero habrá que ver hasta dónde llegan en la simpatía de los legisladores, un ejemplo es el joven presidente del Colegio de Contadores Públicos de León, Juan Antonio Guzmán Acosta, pero a ver cómo toman que es paisano del Gobernador, originario de Purísima del Rincón, y afín también al Partido Acción Nacional.
Otro grupo de aspirantes es el de los ahora funcionarios del OFS: Socorro Quevedo, director general de Auditoría y Revisión de la Cuenta Pública; Juan Antonio Reynoso Candelas, director general de Asuntos Jurídicos y Rafael García Ramos; Susana de Luna Álvarez y Víctor Hugo Sánchez Laguna, coordinadores en la Dirección General de Auditoría y Cuenta Pública; además de Patricia Aguilar Gallardo, directora general de Planeación, Programación, Control y Seguimiento.
Más de uno no está satisfecho con los resultados del OFS y no darán su voto a quienes son parte del actual equipo de Mauricio Romo, en pocas palabras: hay que oxigenar al Órgano de pies a cabeza.
Gran responsabilidad tienen pues nuestros diputados, a ver si están a la altura de la exigencia.