Miles de peregrinos aplaudieron al papa Francisco, quien desafió un fuerte descenso de la temperatura que afecta a Italia y asistió a su audiencia general semana, expresando a los asistentes que eran muy valientes en estar allí.
Francisco estaba arropado en un abrigo blanco y bufanda, pero no era suficiente. Tuvo que colocar las manos dentro de las mangas del abrigo para mantener el calor en medio de temperaturas que el miércoles bajaron al punto de congelación si se tomaba en cuenta el viento.
Durante la mayor parte de la audiencia, Francisco estuvo sentado en una plataforma bajo el cielo gris en medio de la Plaza de San Pedro, donde el viento pega fuerte.
El Papa canceló sus audiencias anteriormente este mes después de sufrir de un resfriado. El Papa, de 77 años, por lo general no disfruta de la buena salud de sus predecesores y perdió un pulmón debido a una infección cuando era joven.

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