El ISON, que llegó a ser apodado como el cometa del siglo, parece haber sucumbido en su candente danza con el sol.
Las imágenes de una nave espacial de la NASA mostraron el jueves al cometa acercándose al sol en una trayectoria que lo haría circunvolarlo, pero únicamente se asoma polvo por el otro lado.
“Parece que el cometa ISON probablemente no sobrevivió este viaje”, dijo el investigador solar de la Marina de Estados Unidos Karl Battams.
Phil Plait, un astrónomo que dirige el blog “Bad Astronomy”, se expresó en el mismo sentido: “No creo que el cometa lo haya logrado”.
Sin embargo, añadió, no sería del todo una mala noticia si la roca de 4.500 millones de años se despedazó, pues los astrónomos podrían estudiar las piezas y aprender más acerca de los cometas.
“Esta es una cápsula del tiempo que se remonta al nacimiento del sistema solar”, añadió.
El cometa medía cerca de un kilómetro cuando se acercó a 1,6 millones de kilómetros (1 millón de millas) del sol, lo que en términos espaciales equivale prácticamente a rozarlo.
El físico solar de la NASA Alex Young dijo que tomará algunas horas confirmar la muerte del ISON, pero admitió que el diagnóstico era lúgubre.
Dijo que se esperaba que el cometa apareciera en las imágenes del Observatorio de Dinámica Solar, una nave espacial, hacia el mediodía del Este de Estados Unidos (1700 GMT), pero casi cuatro horas después “no había ninguna señal”.
“Quizá se ha estado deshaciendo durante el último par de días”, dijo Young a The Associated Press. “Puede que el núcleo haya desaparecido hace un día o algo por el estilo”.
Imágenes de otra nave espacial mostraron una mancha brillante que continuaba después de pasar el sol, pero Young dijo que probablemente se trataba de un rastro de polvo que seguía la trayectoria del cometa.
“El cometa como tal definitivamente desapareció, pero parece que hay un rastro de escombros”, señaló.
ISON fue avistado por primera vez por un telescopio ruso en septiembre del año pasado.
Algunos observadores del cielo especularon desde el principio que podría convertirse en el cometa del siglo debido a su brillo, aunque las expectativas se debilitaron a medida que se acercaba al sol.
Compuesto por una masa no muy compacta de hielo y mugre, era esencialmente una bola de nieve sucia de la nube de Oort, un área de cometas y escombros en los márgenes del sistema solar.
Hace dos años, un cometa más pequeño, Lovejoy, rozó el sol y sobrevivió, pero se deshizo un par de días más tarde.
“Es por eso que esperábamos que quizá éste lo conseguiría, pues era 10 veces más grande”, dijo Young.
Puede pasar un buen tiempo antes de que otro cometa del mismo tamaño roce el sol, añadió.
“Son muy raros”, explicó Young. “Así que puede ser que no veamos uno en lo que nos queda de vida”.
NASA no ha detectado rastro de ISON
Llegó a ser apodado como el cometa del siglo pero parece haber sucumbido en su candente danza con el sol.