Para que una sociedad pueda decir que vive en Estado de Derecho, debe haber transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana.
El deber de un ciudadano va más allá de votar en jornadas electorales y de pagar sus impuestos, pues su obligación es participar en las decisiones importantes de su País, dijo durante su conferencia ofrecida ayer, Luis Felipe Guerrero Agripino, rector del campus Guanajuato en la UG.
La participación ciudadana no debe verse como algo pasivo que se limita al informe de un comité.
Cuando no existe confianza en el poder público, cuando no se cree en la seguridad que dan sus corporaciones y cuando tampoco se confía en los maestros, ni en los legisladores, el País no tiene posibilidades de desarrollo porque no cuenta con esa base que es la credibilidad en sus autoridades, expuso el también catedrático de Derecho.
“Un País con educación más calificada, tiene bases”, reiteró.
De acuerdo con la máxima autoridad del campus Guanajuato, la corrupción es un medio, no un fin para obtener ciertos beneficios.
Durante su ponencia “Corrupción y Estado Democrático de Derecho”, el titular del campus explicó que en muchas ocasiones el concepto de la corrupción se ve como algo ajeno, y en lo que los ciudadanos no tienen nada que ver, pues por lo general se ubica como el actor principal al gobernante y no se incluye al resto de la sociedad.
“La corrupción afecta el sustento del Estado democrático… trastoca la base de un Estado”, sostuvo al afirmar que una manera de tratar la corrupción es creando una política pública general.
Guerrero Agripino cuestionó que en el caso de los policías municipales se les exige respetar los Derechos Humanos cuando el resto de la sociedad no respeta los de ellos.
“Sin transparencia, no hay Estado de Derecho”
El titular del plantel de la Universidad de Guanajuato aseguró que corrupción es un medio no un fin para la obtención de ciertos beneficios.